Gestión. El analista simbólico, protagonista clave de la empresa rural y del nuevo campo

escucharescucharLa agricultura actual conlleva la aplicación frecuente de información. La habilidad central está en la recolección de datos de numerosas fuentes y, a partir de ellos, en el análisis de la realidad y capacidad de innovar. La computadora facilita la reunión de datos, pero es el empresario de la cadena agrícola quien debe realizar la interpretación de la realidad y la toma de decisiones.“DISPUESTOS A SACRIFICIOS”: FUERTE APOYO DE PRODUCTORES BONAERENSES AL GOBIERNO DE MILEILa empresa rural ya no conforma una actividad individual altamente integrada. Hoy se ha transformado en una secuencia de especializaciones, según las necesidades y funciones que la producción y la comercialización requieren. Así, tercerización, redes contractuales, equipos interdisciplinarios, gestión de calidad y gerenciamiento son palabras cada vez más utilizadas.La propiedad de la tierra, e incluso de herramientas y bienes de capital, no es un requisito para producir. Quienes creen que sí lo es viven fuera del mundo real. Dada la existencia de miles de establecimientos rurales, una enorme cantidad de gestores producen bienes agrícolas, mediante diversas formas contractuales de coordinación horizontal.En la Argentina agrícola es común el arrendamiento accidental. Un “gestor-gerenciador-empresario” (no necesariamente propietario de tierra como tampoco de medios de producción) puede ser un importante agricultor. En una suerte de coordinación horizontal, tal agente alcanza, mediante contratos, altos volúmenes de producción con bajos costos unitarios. Pero su preponderancia en la red de contratos agrícolas solo será permanente si logra actuar como analista simbólico.Aquellos que se comportan como empresarios dedicados básicamente a los servicios simbólico-analíticos -al decir de Robert B. Reich en El trabajo de las naciones- son los que tienen mayor posibilidad de mantenerse en el tiempo y crecer. Reich se refiere a los servicios simbólico-analíticos como a “las actividades de los expertos en intermediación estratégica, identificación y resolución de problemas”. Y agrega: “Los analistas simbólicos intermedian, identifican y resuelven problemas valiéndose de símbolos. Simplifican la realidad con imágenes abstractas que se pueden reordenar, alterar y experimentar con ellas, comunicarlas a otros especialistas y, finalmente, convertirlas nuevamente en realidad”. Al operar así, por más que las condiciones resulten sumamente cambiantes, las decisiones serán más efectivas.El analista simbólico se adentra en procesos de reflexión y comunicación, sin que se advierta fácilmente una producción tangible. Quien logra ser analista simbólico toma decisiones que permite controlar y mantener enfocada a una empresa hacia la consecución de sus objetivos. Ello exige información suficiente para comprender cada problemática, identificar oportunidades, optimizar el tiempo y los recursos, fomentar el trabajo en equipo, así como la participación e implicación de los subalternos y partícipes, que son escuchados y se sienten libres de expresar sus ideas.Cosecha de sojaEl analista simbólico se apoya en el pensamiento colectivo pues los grupos tienen el potencial de tomar mejores decisiones potenciando la creatividad y sumando la experiencia. Aquellos que puedan identificar y resolver problemas, manipular y analizar símbolos, crear y manejar información son los que mayores ingresos logran. En tal caso, los que tienen un título universitario tienen más probabilidades. Pero, ello no es patente de seguridad. Una profesión de grado o aún de posgrado no garantiza el camino correcto. Una formación enfatizada en la incorporación rutinaria de conocimiento puede inhibir la capacidad creativa y de decidir eficazmente. Porque conocer no es saber.El país atraviesa un tiempo de crisis gravísima que se plasma en lo económico y social, con tasas de inflación anual por encima de 200%, con un cuadro de precios relativos dislocado, lo que promete, al menos para el primer semestre, una inflación anual de 250%. El analista simbólico, al no sujetarse a recetas, afronta la crisis con mayor posibilidad de éxito.El autor es economista y consejero académico de la Fundación Libertad y ProgresoManuel Alvarado LedesmaConforme a los criterios deConocé The Trust Project

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