Excepto a los ojos de un experto en la materia, era prácticamente imposible detectar que las piezas que ofrecía en las vidrieras de dos locales enfrentados en la calle Libertad al 100, en el centro porteño, no eran lo que el vendedor decía. Eran lo que se conoce como “superclones”: falsificaciones de alta calidad de relojes de lujo como Rolex, Omega, Tag Heuer, Hublot, Channel y Cartier, y pulseras y alhajas de las más reconocidas marcas.En las últimas horas, la Policía de la Ciudad allanó, por orden judicial, los dos locales, del mismo dueño: secuestraron 136 relojes, medallas, 42 pulseras con corona, dos fundas de reloj y 11 llaveros de la marca Rolex, todo apócrifo, por un valor de mercado de 110 millones de pesos.El procedimiento fue el epílogo de una investigación que llevó adelante la División Contravenciones y Faltas contra el Orden Público de la Policía de la Ciudad, relativa a la comercialización de mercadería apócrifa de alto valor de venta en el mercado. Del operativo también participó personal de la Agencia Gubernamental de Control (AGC) para verificar todo lo relativo a las habilitaciones de ambos locales.La Fiscalía en lo Penal Contravencional y de Faltas N°4, a cargo del fiscal Mauro Tereszko, dispuso el secuestro de la mercadería y el traslado del propietario de los comercios a la Oficina Central de Identificación (OCI) de la Policía de la Ciudad, en una causa por infracción al artículo 289 inciso 1 del Código Penal de la Nación, que sanciona el fraude marcario.Por su parte, la AGC labró sendas actas de intimación por distintas irregularidades.
