Como es de público conocimiento, el 24 de febrero último el dictador Vladimir Putin dio la orden a su ejército de emprender, dentro Ucrania “operaciones militares especiales”. Una vez iniciada la criminal invasión de Rusia, los principales países de Occidente liderados por EE.UU. reaccionaron rápidamente ante esta clara violación del derecho internacional. Para ello, decidieron apoyar a la nación invadida mediante la entrega de armamentos sofisticados y la implementación de sanciones económicas que deterioraran severamente la economía rusa.Respecto a las sanciones, se imponen dos preguntas: ¿han sido eficientes?, ¿han tenido efectos colaterales negativos?Respecto al primer tema, las medidas “punitivas” han sido numerosas, afectando aproximadamente a más de mil personas y de cien entidades. Entre otras, las principales han sido las siguientes:Congelamiento de sus reservas depositadas en bancos occidentales por más de 300 mil millones de dólares (50% del total)Exclusión de sus principales bancos del sistema internacional de pagos SWIFTBloqueo de los activos en el exterior de oligarcas y funcionarios rusos involucrados en la invasiónProhibición de importar, por parte de los aliados occidentales, de una gran parte de su producción de bienes y serviciosImpedimento para operar con empresas y entidades financieras estatalesRetiro de empresas internacionalesLas sanciones en cuestión han sido numerosas y, sin duda, han sido eficientes en ahogar la economía rusa generándole serios problemas, entre otros de balanza de pagos, comercio exterior, fuga de capitales, devaluación del rublo, aumento de la inflación, baja del nivel de empleo y falta de oferta de productos esenciales de importación; todo esto sumado a un creciente descontento de su población, por la caída de su ingreso real. En términos cuantitativos, entidades internacionales estiman para el corriente año una caída en su PBI no menor al 8%, sumado a una inflación del orden del 10%. Sin embargo, al menos por ahora, todos estos impactos económicos y sociales no han logrado bloquear el criminal avance de Putin.Dicho esto, la otra cuestión bajo análisis es la generación colateral de impactos económicos globales, todos ellos negativos. En efecto, las sanciones -y las correspondientes respuestas rusas- están complicando aún más a una economía mundial que ya, a fines del 2021, presentaba ciertos desequilibrios especialmente de inflación y niveles de actividad. En lo que hace a los niveles de precios, la restricción de la oferta de commodities agrícolas, energéticas e industriales por parte de los países en conflicto (grandes productores y exportadores de todas ellas) han producido una fuerte suba en el precio de las mismas (con un promedio general del orden del 50%) elevando en general los niveles de inflación globales – en particular de Europa y EE UU- a niveles del 8% al 10% anual.Respecto a los niveles de actividad globales, los mismos se han desacelerado no sólo por la implementación de políticas monetarias restrictivas por parte de los países occidentales para contener y abatir la inflación mencionada (suba de tasas de interés, retiro de liquidez y ajustes del gasto público), sino también por la decisión rusa -a modo de respuesta contra las sanciones- de disminuir el abastecimiento de gas y petróleo esenciales para la producción manufacturera global; especialmente en Europa, cuya dependencia energética del coloso ruso es enorme.En síntesis. Las sanciones económicas han debilitado la economía rusa pero, ciertamente, si bien han ralentizado la velocidad de la invasión no han logrado detener el avance ruso. Asimismo, las mismas han provocado una disminución de la oferta de commodities con el consecuente aumento de la inflación global e implementación de políticas monetarias restrictivas que, indefectiblemente, están llevando la economía global a una clara “desaceleración” (disminución de la tasa de crecimiento) ; la cual- de prolongarse en demasía el conflicto- podría convertirse en una peligrosa “recesión (variación negativa de los niveles de actividad ); con todas las consecuencias negativas que ello acarrearía.Luis Palma CanéTemasNota de OpinionConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de Nota de OpinionAnálisis. El ocaso argentino en la etapa del barroco kirchneristaMassa, el conquistador decidido a quemar sus navesLa región, según Mario Vargas Llosa
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