El Presidente se enteró de la renuncia una hora y media antes del anuncio y ahora lo esperan en Olivos para tomar decisiones

Primero fue un mensaje. Después un llamado. Eran cerca de las 16 cuando Martín Guzmán le comunicó al Presidente su salida del Gobierno. Sorprendido, Alberto Fernández interrumpió lo que era hasta el momento un tranquilo almuerzo familiar. La decisión del ahora extitular del Palacio de Hacienda lo descoló, algo que le hizo saber a Guzmán.Así, el gobierno nacional ingresó en una nueva fase de su crisis política con incalculables consecuencias económicas. Todo quedó en el aire. Lo mismo ocurre con el resto del gabinete nacional. “Está analizando las decisiones que vienen”, dijo en medio de una tarde noche de histérica una de las personas más cercanas al jefe del Estado.Desde el primer anillo de confianza del Presidente intentaron despejar las dudas que instaló Guzmán en su carta de despedida. “El programa económico se va a mantener”, sostuvo una integrante del gabinete con acceso diario al despacho presidencial.El ministro de Economía, Martín Guzmán y el Presidente Alberto FernándezRodrigo Néspolo – LA NACIONComo sucedió en cada momento de extrema fragilidad, como el que atraviesa con la dimisión del alumno de Joseph Stiglitz, el Presidente buscó el apoyo de su círculo más íntimo: Santiago Cafiero, Vilma Ibarra, Juan Manuel Olmos, Julio Vitobello y Gabriela Cerruti. Algunos de ellos llegaron a la quinta presidencial de Olivos, donde, a las 21, todavía aguardaban al Presidente.El clima en el gabinete nacional era de velorio. LA NACION habló con varios ministros e intercambió mensajes con otros, en medio de una incertidumbre total, todos aguardan una señal del Presidente. “No alcanza con un cambio de nombre en Economía”, confió uno funcionario con acceso al círculo de confianza del jefe del Estado.La renuncia de Guzmán expuso la debilidad del mandatario, al que dejó en una situación límite. Pese a los efectos que tuvo, Guzmán le había advertido a Fernández la necesidad de fortalecer su gestión al frente del equipo económico. El exministro nunca tuvo el control de la botonera económica, algo que siempre le reclamó al mandatario. Las diferencias con el sector de Energía, que domina la vicepresidenta con Federico Basualdo a la cabeza, y con el Banco Central, que lidera Miguel Pesce, fueron un problema recurrente.Martín Guzmán se asoma desde una ventana de la Casa Rosada, al lado está Alberto Fernández, antes del anuncio por el cambio en gananciasGerardo ViercovichEl último jueves, en una reunión a solas en la residencia oficial, Guzmán le había pedido cambios al Presidente. Según pudo reconstruir LA NACION, le dijo que sin herramientas para resolver las disputas internas no podía avanzar. Un ejemplo fue las trabas con las que se encontró para implementar la segmentación de las tarifas de servicios públicos.Otro gesto que molestó al Presidente fue el momento en que decidió hacer pública la renuncia Guzmán. Fue durante el discurso de Cristina Kirchner, quien se enteró al finalizar su presentación. Fue antes de hablar con la militancia, acto que no suspendió. Fue ahí, frente a su feligresía, que anunció que lo único que quiere es que en el 2023 gane el peronismo. Guzmán era parte del problema.Santiago DapeloTemasAlberto FernándezMartín GuzmánConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de Alberto FernándezÚltima hora. “No hay que descartar un golpe institucional”, planteó José Luis EspertTiempista del portazo. La salida de Guzmán aceleró todos los plazos en el Gobierno”¿Cómo va a ser golpista?”. La drástica médica que planteó Guillermo Moreno tras la renuncia de Guzmán

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