El martes posterior al primer lunes de noviembre llega en 2024 cargado de incertidumbre. Mientras los estadounidenses que todavía no han votado se dirigen a las urnas, todo son preguntas. La principal: quién ganará. La segunda: cuándo se sabrá. Las elecciones más trascendentales de la historia reciente para el futuro de Estados Unidos y del mundo no cuentan con un favorito claro. Las encuestas sitúan al republicano Donald Trump y a la demócrata Kamala Harris casi a la par en los Estados que inclinarán la balanza de un lado u otro. Si el resultado es tan ajustado como señalan los sondeos ―y eso es otra incógnita―, el escrutinio puede prolongarse muchos días en un país dividido y en tensión, mientras el mundo aguarda en vilo a saber quién presidirá EE UU los cuatro próximos años.Seguir leyendo