Presidente TSJ de Canarias reclama a los políticos un mayor respeto al Poder Judicial y lamenta los ataques a los jueces

El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC), Juan Luis Lorenzo Bragado, ha reclamado a los políticos un mayor respecto al Poder Judicial, lamentando los ataques que sufren los jueces, la mayor parte de ellos “al amparo de la inviolabilidad parlamentaria”, y que “están llegando a lo personal”.

Así lo ha dicho este viernes durante su intervención en la ceremonia de apertura del nuevo año judicial 2024/25 en las islas Canarias.

Lorenzo Bragado, que celebró la vuelta a la “normalidad institucional” tras el acuerdo en julio para renovar el Consejo General del Poder Judicial, insistió en los continuos ataques a la labor de los jueves durante los últimos años.

“El diálogo y el consenso son lo que ha permitido desbloquear una situación enquistada. Esa es la única vía posible para abordar esta y las demás cuestiones de Estado. Tenemos, por fin, un nuevo Consejo, al que, desde aquí, deseo éxito y acierto en su trascendental misión, por el bien de la Justicia”, explicó.

Al respecto, mostró su compromiso para trabajar de manera alineada y con sujeción a los criterios del Consejo, “como no puede ser de otra manera”, por tratarse de un órgano jerárquicamente superior en el plano gubernativo.

Además, esperó que el nuevo Consejo alcance un acuerdo sobre el modelo de elección de los vocales judiciales, que su propuesta sea atendida por el poder legislativo y que esté en línea con las conclusiones del reciente informe del Grupo de Estados contra la Corrupción (GRECO) que, con referencia a las normas del Consejo de Europa, señala que “cuando exista una composición mixta del consejo del Poder Judicial para la selección de los miembros jueces, estos deben ser elegidos por sus pares (siguiendo métodos que garanticen la representación más amplia del Poder Judicial a todos los niveles)”.

LOS ATAQUES “ESTÁN LLEGANDO A LO PERSONAL”

Por otro lado, el presidente del TSJC lamentó que no cesan los ataques a los jueces, “que están llegando a lo personal” y recordó las palabras que de la nueva presidenta del CGPJ, quien dijo que las resoluciones judiciales son susceptibles de crítica y que la posibilidad de criticarlas es lo que hace a una sociedad libre, abierta y plural, matizando que críticas y discrepancias nada tienen que ver con la descalificación o el insulto.

“Lamentablemente –matizó Lorenzo Bragado– no dejamos de asistir, día sí y día también, al señalamiento de jueces, con nombres y apellidos, así como a descalificaciones globales al Poder Judicial por parte de representantes políticos, no solo en los medios de comunicación, sino incluso desde la tribuna del Congreso”.

Aquí, entendió que frente a estos ataques, el Poder Judicial “poco puede hacer”, ya que cabe la petición de amparo que los jueces pueden dirigir al Consejo cuando se sientan inquietados en su independencia y que el Consejo puede otorgar conforme al art. 14 de la LOPJ; la reacción a título individual mediante el ejercicio de las acciones civiles y penales que correspondan por parte del juez afectado en su honor, o injuriado o calumniado; e incluso cabe la posibilidad de que el Ministerio Fiscal actúe en defensa de la independencia de los tribunales.

ATAQUES “AL AMPARO DE LA INVIOLABILIDAD PARLAMENTARIA”

Sin embargo, el presidente del TSJC hizo especial hincapié en que la mayor parte de esos ataques se realizan “al amparo de la inviolabilidad parlamentaria”.

“Mientras tanto, va calando en la ciudadanía la idea de que todo vale, de que las decisiones judiciales pueden ser neutralizadas o desautorizadas cuando no convienen al poder político, y que los jueces, cuando desairan al poder político, prevarican”, señaló.

Para Lorenzo Bragado, se trata de una deriva “sumamente peligrosa” porque representa una “grave afrenta” a la separación de poderes y a la confianza en las instituciones.

“Debemos reclamar por tanto que los demás poderes del Estado sean respetuosos con el Poder Judicial porque sin ese respeto los jueces no pueden desarrollar su labor con independencia y ello afecta al Estado de Derecho, uno de los pilares básicos de nuestra Constitución y de la UE. Hace falta, en suma, tender puentes, no levantar muros. Y hace falta, también, respeto institucional”, concluyó.

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