El primer ministro de Armenia, Nikol Pashinián, ha afirmado este jueves que espera lograr un acuerdo de paz con Azerbaiyán “en los próximos meses”, antes de indicar que el mismo pasa por el reconocimiento de la integridad territorial de ambos y con las fronteras fijadas a raíz de una declaración de 1991.
“Estamos trabajando en un borrador de paz y un acuerdo sobre relaciones con Azerbaiyán y espero que el mismo se complete con éxito en los próximos meses”, ha señalado durante un foro económico en la capital de Georgia, Tiflis, según la transcripción de sus declaraciones publicada por su oficina a través de un comunicado en su página web.
Así, ha explicado que “Armenia y Azerbaiyán reconocen mutuamente su integridad territorial, con el entendimiento de que el territorio de Armenia es de 29.800 kilómetros cuadrados y el de Azerbaiyán es de 86.600 kilómetros cuadrados”, antes de indicar que ambos “acuerdan llevar a cabo la delimitación fronteriza a partir de la Declaración de Alma-Ata en 1991”.
“Es obvio que nuestra región, el Cáucaso Sur, necesita paz. Paz es cuando los países viven con fronteras abiertas, están conectados por lazos activos a nivel económico, político, cultural y humano y han acumulado experiencia y tradición para resolver todos los problemas a través de la diplomacia y el diálogo”, ha argumentado.
Pashinián ha defendido que, por este motivo, su Gobierno “presenta el proyecto ‘Encrucijada para la paz'”, que tiene como objetivo “el desarrollo de las conexiones entre Armenia, Turquía, Azerbaiyán e Irán a través de la reparación, construcción y operación de carreteras, líneas de ferrocarril, oleoductos y redes eléctricas”.
“Los trenes que van de sur a norte en Armenia no funcionan a nivel regional desde hace 30 años, igual que muchas de las carreteras que conectan con este y oeste. La reactivación de estas carreteras supondría una ruta corta y eficiente que conectara el mar Caspio con el mar Mediterráneo, por tren y carretera”, ha sostenido.
Por ello, ha mostrado la “disposición” de Armenia a la hora de “reabrir y reconstruir” las redes de comunicaciones con los países vecinos a partir de unos principios de soberanía y ha adelantado que presentará el proyecto al resto de naciones de la región para intentar lograr un acuerdo.
Las declaraciones de Pashinián llegan un día después de que Ereván desvelara un aplazamiento de la reunión que iba a mantener en los próximos días en Bruselas con el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, para abordar el proceso de paz, después de la anulación de su encuentro en Granada por la ausencia del mandatario azerí.
La cumbre de Granada entre Pashinián y Aliyev iba a haber tenido lugar unas dos semanas después de que Azerbaiyán lograra la reintegración de Nagorno Karabaj, de mayoría armenia, que había estado más de tres décadas bajo control de fuerzas proarmenias pese a que la comunidad internacional reconocía la región como de soberanía azerí.
Las autoridades de Armenia indicaron tras ello que más de dos tercios de la población armenia de Nagorno Karabaj huyó de la región tras la ofensiva azerí y denunció una “limpieza étnica”, algo que ha sido desmentido desde Bakú, que asegura que respeta los derechos de esta minoría étnica en el país euroasiático.