El laborismo quiere recuperar el dinero perdido por la corrupción durante la covid

Liverpool (R.Unido), 9 oct (EFE).- Los laboristas designarían, si llegan al poder tras las próximas elecciones, a un comisionado para perseguir la corrupción en los contratos que se otorgaron para luchar contra la covid y recuperar el dinero malversado durante la pandemia. Esa será una de las promesas que hará la responsable económica del principal partido de la oposición en el Reino Unido, Rachel Reeves, en su discurso este lunes ante el congreso anual de la formación, que se celebra estos días en Liverpool (norte de Inglaterra).Según adelantó el diario “The Guardian” y confirmó la propia Reeves en entrevistas hoy con radios británicas, esta figura gozará de “los poderes y el mandato que necesite para perseguir a quienes estafaron al contribuyente, llevarlos ante los tribunales y recuperar cada penique”.Se calcula que unos 7.200 millones de libras (8.300 millones de euros) se perdieron por fraude en programas de apoyo durante la pandemia, como préstamos a empresas o expedientes de regulación temporales.El comisionado propuesto por Reeves contaría con la colaboración de las agencias anticorrupción para tratar de devolver unas 2.600 millones de libras (3.000 millones de euros) a las arcas públicas, para lo que examinaría los contratos “línea por línea” y rendiría cuentas ante el Parlamento.”Cada uno de los cheques en ese fraude fue firmado por (el primer ministro) Rishi Sunak, como ministro de Economía. Yo seré responsable con las finanzas públicas”, dijo Reeves en una entrevista con la BBC.Quien sería la ministra de Economía si los laboristas ganan las elecciones, en las que todas las encuestas les dan como grandes favoritos, anunciará en su discurso que la estrategia del partido pasa ante todo por fomentar el crecimiento y por la construcción tanto de infraestructuras como de vivienda.Además, Reeves quiere presentar a los laboristas como proempresas, por lo que participará en un foro con grandes compañías junto al líder del partido, Keir Starmer.

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