El micro de la caravana más popular de la historia no llegó al Obelisco, como querían los campeones, y tampoco pudieron ofrendar la Copa desde el balcón de la Casa Rosada, como quería –sin demostrarlo demasiado– el Gobierno. La falta de coordinación expuso la mala relación entre el presidente de la AFA y el presidente Alberto Fernández, quien desde el día uno eligió a Marcelo Tinelli e intentó desestabilizarlo. Leer más