Hola y bienvenidos.Si recibiste este mail es porque te interesa transformar realidades, servir, ser útil para otras y otros. De eso se trata esta newsletter… Antes de arrancar con lo que te interesa, te cuento quién soy: me llamo Javier Drovetto, soy periodista, edito la sección Comunidad y me sumé al equipo de Fundación LA NACION en junio.Ahora sí, vamos a lo nuestro. Hace unos días contamos que hay un videojuego muy popular entre niñas y niños, “Poppy Playtime”, del que se hicieron copias truchas que proponen retos virales y conductas de riesgo. En Uruguay, siete chicos se autolesionaron.María Ayuso habló con dos psicopedagogas especializadas en el uso responsable de las redes sociales y dos psiquiatras. Y escribió una nota que busca explicar cuál es la mejor forma de prevenir este tipo de situaciones. Antes de listar los mejores consejos, te comparto el mensaje de un lector que reafirma una idea que me gusta mucho: el periodismo de servicio es mejor cuando la comunidad de lectores se propone potenciar nuestro trabajo:A la hora de dar un dispositivo móvil es importante realizar un plan digital familiar con propósitos para todos, dar ejemplo, elegir contenidos adecuados, poner horarios, no adelantar etapas de la infancia y sobre todo tiene que haber tres puntos claves a la hora de introducir a los niños y niñas en el mundo digital: que se haga progresivamente, con acompañamiento y empoderamiento”.Ahora sí, tres consejos que nos dieron las especialistas:El diálogo es la principal herramienta para el control parental. Preguntarles a las chicas y los chicos acerca de lo que ven en Internet, qué les gusta y qué sitios frecuentan, es clave.Transmitirles que tienen que recurrir a nosotros cuando sienten miedo, asco o rechazo frente a un contenidoo intercambio con quien está “del otro lado de la pantalla”. No naturalizar ni minimizar lo que nos cuentan.Construir un “código de uso familiar” que incluya reglas claras sobre qué herramientas y redes pueden usar, cómo usarlas y el tiempo de uso diario.[2]Entrevista a Pablo Leucona y Lorena Aguirre tienen discapacidad visual y cuentan su experiencia de familia.Santiago Filipuzzi – LA NACIONAna Paula Quiroga entrevistó a una pareja de personas ciegas para contribuir a derribar prejuicios en torno a la maternidad y paternidad de quienes tienen una discapacidad.Lorena y Pablo tienen dos hijos, Ciro (5) y Nicolás (1), y narran una situación que resume el pedido de una sociedad realmente inclusiva: para confirmar que estaban embarazados de Nicolás tuvieron que hacer una videollamada con un desconocido al que contactaron a través de Be My Eyes, una aplicación gratuita que conecta a personas ciegas con voluntarios anónimos, para que les leyera el resultado del test de embarazo.La nota alumbra el camino para denunciar todo tipo de discriminación por discapacidad, el tema que reune más denuncias en el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI).Cómo hacer una denuncia en el INADI. La línea 168 brinda atención gratuita, contención y asesoramiento.También se puede escribir a [email protected] y las personas sordas pueden mandar un video en Lengua de Señas Argentina por WhatsApp al 1144049026.Pero ocurrió algo inesperado (y hermoso) con esta historia. La principal reacción de nuestra comunidad fue la de querer sumarse como voluntarios de la aplicación que busca sanar esas barreras de accesibilidad. Esto nos decía una seguidora de nuestro Instagram:“¡Qué linda manera de ayudar! Ya me inscribí como voluntaria. No sabía de su existencia hasta que leí la nota”.Si vos también querés sumarte, podés conocer más sobre Be My Eyes en este link.[3]Una de las cartas escritas por VioleOtro de los contenidos útiles (y necesarios) que publicamos en septiembre fue una serie de cartas que dos adolescentes le escribieron a la anorexia. Sí, leíste bien: como parte de su tratamiento, Luz (21) y Violeta (16) le escribieron mensajes al trastorno de la alimentación que transitan, personificando a la anorexia como su peor enemiga y su mejor amiga.La experiencia formó parte de un proceso terapéutico que buscó motivarlas a generar un cambio. En este link podés leer las cartas completas.Juana Poulisis, psiquiatra y especialista en la temática, identificó algunas actitudes de las y los adolescentes a las que hay que estar atentos para detectar de manera temprana este tipo de trastornos:Miedo intenso a ganar peso.Restricción alimentaria (dieta).Distorsión de la imagen corporal (las personas se ven gordas a pesar de estar extremadamente flacas).“Food talking” y “body talking”: hablar todo el tiempo de comida y cuerpos.Tristeza, angustia e irritabilidad.Aislamiento social.En Twitter, una lectora festejó la nota y agregó una consejo interesante para evitar la estigmatización:“Buena nota”, dice y llama a “no etiquetar” a las personas que tienen anorexia. De hecho, explica que no se dice “es anoréxico”, sino que lo correcto es decir “tiene anorexia”. Y sigue con las recomendaciones al aclarar que no se debe decir que “padece” anorexia, ya que “coloca al individuo en situación pasiva”.Llegamos al final de esta newsletter. Espero que haya sido útil, tanto como los comentarios y aportes que nuestra comunidad de lectores y lectoras suma cada vez que compartimos contenido.Me despido con un último mensaje surgido en la conversación que generó en las redes sociales un video que publicamos con la historia de la hermana de un joven que se suicidó, Florencia. Ella es psicóloga y acompaña a personas en duelo que pasaron por su misma situación.En ese posteo, un lector le hace una recomendación simple (y sabia) a otro que expone que tiene ideas de muerte:“Seguro que cerca de donde vivís hay grupos de ayuda y profesionales preparados para entenderte y ayudarte para que cada día puedas estar un poquito mejor. Acercate a algún médico como irías si te duele mucho la panza y contale. También fijate el dato que pasan aquí: en la ciudad de Buenos Aires se puede llamar para pedir ayuda al 0800-333-1665, las 24 horas. Es gratis y confidencial”.Eso es todo. Nos vemos el mes que viene. Te mando un abrazo, JavierlanacionarConforme a los criterios deConocé The Trust Project