Histórico: por primera vez una mujer conducirá la Escuela de Cadetes del Servicio Penitenciario Bonaerense

Por primera vez en la historia, una mujer está a cargo de la Escuela de Cadetes del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB). Se trata de la prefecto María José Anaya, de 40 años, madres tres hijos y oriunda de la ciudad de Junín.“Siento una fuerte emoción ante esta designación. Cuando me hicieron el desafío pensé en mi primer día en la Escuela de Cadetes, de lo lejano que veía tener un cargo de responsabilidad”, sostuvo Anaya.La Escuela de Cadetes del SPB tiene una matrícula de 1733 alumnos que se preparan como futuros oficiales para cubrir los cargos dentro del Plan de Infraestructura Penitenciaria 2022-2023, informó el SPB.Anaya y el ministro de Justicia y Derechos Humanos bonaerense, Julio AlakSPBAnaya está casada, tiene tres hijos y vive en la localidad de Lisandro Olmos. Su esposo es oficial penitenciario y cumple funciones en la Unidad 26 del SPB. Sus son oficiales retirados del SPB y sus dos hermanas también pertenecen a la fuerza.Anaya ingresó como estudiante a la Escuela de Cadetes en el año 2003 y en 2005 obtuvo la tecnicatura superior en Seguridad y Tratamiento Penitenciario, y al egresar fue la primera mujer en obtener el mayor orden de mérito, hasta ese momento siempre ese logro lo habían obtenido varones“La Escuela de Cadetes transforma a los jóvenes. Los padres nos suelen decir que sus hijos e hijas manifiestan con hechos su crecimiento como personas, y eso a las autoridades nos gratifica”, sostuvo Anaya.La Escuela de Cadetes del SPB tiene en la actualidad una matrícula de 1733 alumnos, de los cuales 1017 son mujeres y 716, hombres, una cifra nunca alcanzada en la historia de la provincia de Buenos Aires.LA NACIONTemasServicio Penitenciario Bonaerense (SPB)Conforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB)Estremecedor. El momento en que un agente penitenciario ataca a escopetazos a los clientes de un barBronca. Kicillof fue silbado e insultado en un acto que se demoró, y tuvo que irse sin hablarBronca. El Servicio Penitenciario inició un sumario a raíz del acto en el que Kicillof fue silbado e insultado

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