Qué es la malformación congénita que sufre Sonsoles Ónega y le obliga a medirse la aorta cada año

Desde hace 38 años, la periodista Sonsoles Ónega acude anualmente a la revisión de su aorta, como ha confesado para la revista ¡Hola! en una reciente entrevista. La presentadora de televisión padece una anomalía congénita, conocida como válvula aórtica bicúspide, que la obliga a vigilar el tamaño de la arteria más importante del cuerpo.Según la Sociedad Española de Cardiología (SEC), se trata de una de las cardiopatías congénitas más comunes, afectando aproximadamente al 0,5 y el 2% de la población general. Esta enfermedad se caracteriza por la presencia de dos valvas en lugar de las tres habituales, lo que puede generar complicaciones en la función del corazón y los vasos sanguíneos principales.“Cada año me tengo que medir la aorta, por si hay una dilatación excesiva. Aunque sería una muerte muy dulce, porque te caes, te da un parraque y te mueres ahí en el momento”, explicaba la presentadora de Y ahora Sonsoles. Por ello, es fundamental detectarlo a tiempo y vigilarlo adecuadamente. La válvula aórtica está ubicada entre el ventrículo izquierdo del corazón y la aorta y permite el flujo unidireccional de sangre oxigenada desde el corazón hacia el cuerpo. En condiciones normales, esta válvula tiene tres valvas (tricúspide), que se abren y cierran para garantizar que la sangre fluya en la dirección correcta. Sin embargo, en las personas con válvula aórtica bicúspide, la estructura anómala de la válvula puede causar problemas como regurgitación (fuga) o estenosis, lo que afecta el funcionamiento del sistema cardiovascular. La estenosis es una condición en la que una válvula cardíaca se estrecha, dificultando el flujo adecuado de sangre a través de ella. En el caso de la válvula aórtica, la estenosis aórtica ocurre cuando las valvas de la válvula se engrosan, endurecen o fusionan, lo que reduce su capacidad para abrirse completamente.La estenosis obliga al corazón a trabajar más intensamente para bombear sangre al cuerpo, lo que puede provocar síntomas como fatiga, dificultad para respirar, mareos, dolor en el pecho y, en casos graves, desmayos. La causa de esta afección es congénita, presente desde el nacimiento, aunque muchas personas no presentan síntomas en la infancia y pueden permanecer asintomáticas hasta que son adultos. Sin embargo, con el tiempo, pueden surgir problemas como dificultad para respirar, palpitaciones, dolor en el pecho, mareos y fatiga, entre otros.El diagnóstico suele realizarse durante un examen físico rutinario si se detecta un soplo cardíaco, según describen en MedlinePlus. Para confirmar la condición, se utiliza un ecocardiograma, que permite observar la estructura y función de la válvula aórtica. Esta prueba es esencial para identificar anomalías y evaluar la presencia de complicaciones como estenosis o regurgitación.Complicaciones de la VABLas personas con válvula aórtica bicúspide enfrentan un mayor riesgo de desarrollar complicaciones graves, como estenosis aórtica, regurgitación aórtica, endocarditis infecciosa y aneurisma de la aorta. Estas complicaciones pueden ser potencialmente mortales, por lo que el seguimiento médico continuo es fundamental.Las opciones de tratamiento varían según la gravedad de la afección e incluyen una revisión regular, medicamentos para controlar síntomas como hipertensión, y en casos severos, cirugía para reparar o reemplazar la válvula.

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