La guardameta de la selección española de waterpolo Martina Terré recalcó que desconocía si su actuación en la final de este sábado en los Juegos Olímpicos ante Australia era la mejor de la de su hasta hora corta carrera y que había sido “un trabajo de todas”.
“No lo sé, soy muy joven y creo que vendrán muchos más, espero. Pero sí estoy muy contenta, he jugado bien y han jugado bien mis compañeras. Hemos ganado, que era lo importante, y nada, ahora a seguir y a descansar un poco”, señaló Terré a los medios tras recoger la medalla de oro.
La portera confesó que estuvo “tranquila” durante la final. “Igual me puse más nerviosa en semifinales, igual también porque Holanda nos había tenido en la cuerda floja en los últimos campeonatos y eso me ponía un poco más nerviosa”, indicó.
“Australia no nos conoce y nosotras tampoco a ellas porque jugamos muy poco y sólo nos encontramos en Mundiales. Ya tenía ganas cuando acabamos las semifinales de jugar la final. Al final, estás jugando bien, notas que ayudas al equipo, que es lo importante, pero no estaba crecida ni nada. Estoy bien, me siento tranquila conmigo misma y ayudando a mis compañeras, que es lo importante”, añadió.
Terré dejó claro que era “un trabajo de todas” su gran actuación en la portería. “Mis compañeras, con lo bien que defienden, hacen que sea muy fácil encontrar los huecos para parar”, indicó la catalana, que se había “emocionado” en la zona de medias porque le habían preguntado qué significaba Laura Ester para ella. “Para mí es obviamente algo muy grande tenerla a mi lado, tenerla como compañera de equipo, una mujer con tanto palmarés, con tantos partidos jugados y es muy grande poder compartir ese momento con ella”, confesó.
“Hemos estado trabajando porque en 2012 ya se quedaron a las puertas, hemos ido cambiando el equipo y el espíritu es el mismo, es ir a ganar. Hemos estado en tres de cuatro finales olímpicas posibles, o sea que el trabajo es el de día a día y se hace bien”, prosiguió la española.
Terré reconoció que Miki Oca no les había hablado “mucho” de la final que él ganó como jugador en Atlanta’96. “Igual se explica un poco más con las platas que ellas han jugado que el oro que ganó él, creo que es algo diferente porque lo vivió como jugador y no como entrenador”, advirtió.
Además, las más veteranas aportaron “un poco” su experiencia, pero no escondió que las jóvenes fueron importantes por tener “esta inocencia de no haber jugado ninguna final, de no tener ningún dolor de cabeza por haber perdido”. “También intentamos aportar ese momento de ir a disfrutar, de ir a jugar como sabemos, que no nos tiembla nada y ayudarlas a ellas también. Ellas nos dan la tranquilidad de saber que es una final y que no pasa nada y las jóvenes damos el empuje ese para ir a por todas”, sentenció.