El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha pedido este sábado a los donantes del Partido Demócrata que no le retiren su apoyo pese a su actuación en el debate del pasado jueves contra Donald Trump y se ha comprometido a seguir adelante con su candidatura a la reelección.
“Entiendo la preocupación por el debate. Lo entiendo. No tuve una gran noche”, ha asegurado el mandatario durante una intervención en un acto de recaudación de fondos recogida por la agencia de noticias Bloomberg.
En este sentido, Biden ha defendido que “si no creyera que (puede) ganar”, no insistiría en ello y ha mantenido –como aseguró ya el pasado viernes– que no tiene planes de retirarse de la carrera electoral.
Así, continuará con las recaudaciones de fondos, planteadas como una oportunidad para hacer ver a sus partidarios que es capaz de afrontar otros cuatro años al frente de la Casa Blanca. “Puedo hacer este trabajo”, aseguró el político de 81 años tras las críticas recibidas por su actuación en el debate.
“UNA AMENAZA PARA LA DEMOCRACIA”
Por su parte, la vicepresidenta Kamala Harris ha emitido un voto de confianza para Biden y ha dicho “con plena confianza” estar segura de la victoria de su partido en las presidenciales de noviembre.
“Sabemos lo que defendemos, así que sabremos por qué luchar”, ha agregado Harris, consciente de que el tan mencionado debate electoral mostró “un claro contraste entre candidatos” pese a no ser “el mejor momento” del actual presidente.
A este respecto, la vicepresidenta ha defendido que “en estas elecciones hay más en juego que nunca” y ha advertido de que la vuelta de Trump al Despacho Oval supondría “una amenaza para la democracia” estadounidense, pues el republicano “admira a los dictadores y utilizará al Departamento de Justicia como arma contra sus enemigos políticos”.
La candidatura de Biden atraviesa uno de sus momentos más delicados tras su errático comportamiento durante el debate de Atlanta, que ha disparado la alarma en las filas del Partido Demócrata, según reconocieron decenas de sus responsables poco después del encuentro. Incapaz de rebatir de manera coherente la sucesión de mentiras de Trump, que sí impugnaron a posteriori los medios norteamericanos, el presidente no logró transmitir una visión coherente de su plan de campaña e incluso llegó a forcejear con algunas frases durante su turno de palabra.