La portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSC), Adrienne Watson, ha denunciado este viernes los recientes bombardeos de Rusia contra los sistemas y la infraestructura energéticos de Ucrania, reiterando su compromiso con la seguridad y la defensa ucranianas.
“De la noche a la mañana, Rusia ha lanzado uno de sus mayores ataques aéreos contra la red energética de Ucrania desde que comenzó la guerra, privando a muchas personas en todo el país de calefacción, agua y electricidad en los días todavía fríos de principios de la primavera”, ha lamentado la Casa Blanca en un comunicado.
Watson ha definido este ataque contra la “infraestructura cítrica” de Ucrania como “un terrible recordatorio de los esfuerzos de (el presdiente ruso) Vladimir Putin por quebrar el espíritu del pueblo ucraniano y hundirlo en la oscuridad”.
A este respecto, la portavoz del NSC ha defendido la necesidad de aprobar en la Cámara de Representantes de EEUU un “proyecto de ley complementario bipartidista de Seguridad Nacional para enviar a Ucrania más defensas aéreas” con las que “ayudarle a protegerse frente a estos ataques en curso”.
“La necesidad de Ucrania es urgente y no podemos permitirnos más retrasos”, ha sentenciado Watson.
Estas declaraciones del Gobierno estadounidense llegan después de que el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, haya denunciado este viernes que el objetivo de Rusia con sus últimos ataques contra varias centrales hidroeléctricas es que se repita un “desastre ecológico” como el de Jersón, en referencia al ataque en junio de 2023 a las instalaciones de Kajovka.
La presa de la central de Nueva Kajovka, a unos 60 kilómetros de la ciudad de Jersón, fue alcanzada por un misil a comienzos de junio de 2023 provocando una tremenda inundación de cientos de kilómetros cuadrados, así como más de medio centenar de muertos y daños estimados en más de 3.500 millones de euros.
