La ceramista Cecilia Nigro renovó su casa de 1942 y le agregó un divino taller de vidrio repartido

escuchar>LA NACION>Revista LivingCon obras propias, muebles atemporales y remodelaciones precisas hechas en distintas etapas, la casa de Cecilia Nigro se fue adaptando a las necesidades de su familia y a su quehacer como ceramista.16 de febrero de 2024Laura Saint-AgneViviana ÁlvarezescucharLo de Cecilia Nigro con su casa de Martínez fue todo lo opuesto al amor a primera vista, pero después de un año de búsqueda inmobiliaria infructuosa, se dejó conquistar por sus virtudes (ambientes amplios y luminosos, distribución funcional en dos plantas, jardín, una estructura noble) y ahí sigue, feliz, desde hace 14 años.La puerta de entrada cambió de rojo a negro. Sillones individuales estilo Mid Century y mesita escandinava (La Maja Remates). Almohadones (Mercedes Segura).Magalí Saberian“Todo tiene su proceso. Hay que saber mirar, esperar y estar preparada para la sorpresa”, dice Nigro. La exploración de la arcilla (la materia con la que gesta la mayoría de sus obras) es una fuente constante de aprendizaje para ella y esas experiencias se trasladan a la historia de esta casa que comparte con Andrés (su marido), Vera (la hija de ambos) y sus animales.Cuando se mudaron, diseñaron la biblioteca en base a un modelo italiano. Durante un tiempo alojó la tele, y ahora tiene al tope una muy usada pantalla retráctil.Magalí Saberian“Es raro que para la casa compremos cosas de moda: preferimos los objetos versátiles que se resignifican en cada nuevo destino. Vamos tomando decisiones después de observar lo que necesitamos”, dice Cecilia, que bastante seguido hace un trabajo de edición y reubica los mismos muebles que tiene desde que se mudó.Los sillones comprados en remate son profundos, casi como camas de una plaza, fantásticos para dormitar o ver películas.Magalí Saberian“Las lámparas colgantes sobre la mesa fueron las primeras que hice. Tomé como modelos bowls, ensaladeras y cuencos para unir la iluminación con el concepto de cerámica utilitaria”.Pintaron de negro la base de la mesa heredada y así destacaron el sector del comedor. Sobre la consola, antes azul y ahora del mismo color que la pared, lámparas de la serie ‘Con foco en la tierra’ (Cecilia Nigro).Magalí SaberianMayor integraciónLa reforma en etapas que Andrés y Cecilia encararon potenció la integración: desde el hall se ven el living, el comedor, la cocina y, a través del gran ventanal de vidrio repartido, la galería. “El recibidor se despega del resto de la planta baja. Forma parte de un efecto degradé, desde el gris más oscuro de la entrada, más claro en el living y ceniza en la cocina”, detalla Cecilia, atenta y sensible al efecto de los colores.Sobre la mesita, escultura de la serie ‘Mil hijos’, de Cecilia Nigro. Lámina de Takeshi Kitano, traída de París.Magalí SaberianEn una primera etapa, abrieron el ventanal de vidrio repartido en la cocina. La reforma más reciente fue su renovación total. “La idea de abrir la cocina nos venía dando vueltas, hasta que una amiga nos sugirió achicar el toilette que la separaba del comedor. Encaramos la obra con el arquitecto Alejo Ozores, del Estudio Pirovano”.ANTES: El comedor diario estaba cerrado. DESPUÉS: Ese espacio se aprovechó para extender el área de trabajo con muebles que superan los siete metros.Magalí SaberianSobre la barra que tiene espacio de guardado, foto de Santiago Carrera. Lámpara (Hache Objetos).Magalí Saberian“Como la cocina se iba a ver desde el living, quisimos que los muebles fueran sobrios, elegantes, en negro y madera”.Como el ventanal ocupa el ancho del ambiente, desestimaron las alacenas.Magalí Saberian“Antes de la reforma, íbamos directo a la cocina y ahí nos quedábamos. Ahora siento que el área social tiene más posibilidades. Nos apropiamos de todos los espacios”El espejo refleja el cerramiento de la cocina: el resultado de la nueva planta abierta.Magalí SaberianGalería con taller en continuadoDespués de la renovación de la cocina, ampliaron el techo de la galería para darle entidad a ese espacio y edificaron el taller donde Cecilia trabaja y da clases. Con buen tino, esa nueva estructura respeta el estilo del cerramiento de la cocina.Mesa pensada por Cecilia y hecha por un carpintero. Sillas diseñadas por Julio Oropel para Casa FOA. Magalí SaberianSi bien el pasillo lateral es ancho, habiendo jardín los dueños de casa decidieron que no sería una pérdida techarlo. Todo lo contrario, que Cecilia pudiera tener un taller al que sus alumnas accedan sin tener que pasar por la casa es invalorable. Y esa misma apertura deja pasar máquinas de cortar pasto y demás servicios cuando es necesario.Magalí SaberianEn estos momentos, Cecilia está en Miami dando una masterclass, en un movimiento de expansión que se sostiene en su pico desde el año pasado. A pesar de todo, en lo referido a su faceta como docente, dice que no enseña tanto como ayuda a descubrir lo que cada uno trae. Y desde hace unos meses, también lo hace en Arriba Estudio, en el centro de Martínez, un bellísimo espacio que comparte con Caro Chinaski y Estanislao Fagnilli.El taller tiene paredes de vidrio repartido por buenos motivos: garantiza luz y el secado paulatino de las piezas.Figuras de la serie ‘Erizos activistas’, de 2017. Magalí SaberianBuscar la calmaPiso de cemento alisado. Mesas de luz heredadas. Textiles estampados a mano (Mercedes Segura).Magalí Saberian“Cuando hace años pintamos el cuarto, la elección del color enfrentó cierta resistencia”, sonríe Cecilia. “Pero se fue diluyendo al comprobar que admite múltiples combinaciones y da sensación de calma”.Esta peculiar silla restaurada en cobre y rosa fue diseñada por su abuelo, que era herrero.Magalí SaberianEn la planta alta, este playroom también funciona como cuarto de huéspedes. Sofá con estructura de madera en el que pueden dormir dos. Papel de pared (Picnic). Magalí Saberian Laura Saint-AgneViviana ÁlvarezSeguí leyendoReforma en Núñez Una antigua casa chorizo revela las pasiones de una joven y creativa familiaHogar-estudio. Una artista reformó su casa en Olivos y logró luminosos espacios de trabajo en planta bajaEn un lote angosto. 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