Esmeralda Pimentel confiesa que fue abusada por su primo cuando era una niña: “Mi abuelita me dijo cállate”

La actriz mexicana confesó uno de los duros episodios de su vida. (Ilustración: Jovani Pérez / Infobae México)Durante el podcast “El Rincón de los errores” con Marimar Vega y el artista visual y psicólogo Efrén Martínez, la actriz mexicana Esmeralda Pimentel confesó uno de los episodios más oscuros que vivió durante su infancia: su primo abusó de ella.La revelación de la actriz fue debido al tema de la falta de libertad, pues Esmeralda Pimentel aseguró que de niña sufrió en su familia, dado que su primo abusó de ella y su abuela no le creyó.“Yo me acuerdo, por ejemplo, de una ocasión en la que yo estaba tomando la siesta. Yo era una niña y un familiar, o sea, de pronto empecé a sentir que me estaban tocando, seguía con los ojos cerrados, pero estaba consciente de que me estaban tocando, entonces como este miedo de ‘¿quién va a ser cuando abra los ojos?’, abrí los ojos, era un primo y lo primero que hice fue bajar a decirle a mi abuelita ‘mi primo me hizo esto’, y mi abuelita me dijo ‘cállate, no lo vuelvas a decir, eso no pasó’”, contó.La actriz mexicana confesó uno de los duros episodios de su vida. (YouTube El Rincón de los Errores)Asimismo, la actriz dijo ser una mujer que nunca se queda callada y ser pionera de que la juventud exprese sus sentimientos, cuestionen el sistema, y denuncien que es lo que está mal sin temor del qué dirá la gente.“Viene de la falta de libertad que viví por muchos años, o por muchos abusos que sufrí cuando era chica y de los que fui testigo en mi familia, en mi contexto, y que estaba muy normalizado el quedarme callada”, detalló.Esmeralda Pimentel pide a las víctimas de pedofilia nunca quedarse calladosLa actriz mexicana cuando era una niña. (Facebook Esmeralda Pimentel)Finalmente, la guapa actriz, de 34 años, está a favor que los jóvenes cultiven la rebeldía, ya que cada uno de ellos son dueños de sus propios conceptos de vida y sobre todo jamás guardar silencio sobre abusos de pedofilia.“Así viví muchas cosas de niña, donde el decir lo que estaba pasando, lo que estaba atestiguando generaba mucho problema, y había una necesidad de callarme. Entonces cuando me independicé, y sobre todo creo que eso se exacerbó cuando empecé a ser tía, no soy mamá, pero soy tía, y el decir ‘hablen’, les digo a mis sobrinos ‘cultiven su rebeldía, cuestionen el sistema… tú sé dueño de tus propios conceptos en la vida’”, agregó.

Fuente