El último 8 de septiembre, Alejandro Sánchez Sánchez, dueño de la casa en Sarratea y exfinancista del expresidente Pedro Castillo, fue detenido por la policía norteamericana en la frontera entre Estados Unidos y México. (Composición: Infobae Perú)Estados Unidos negó el asilo político a Alejandro Sánchez Sánchez, informó este lunes 23 de octubre la canciller peruana Ana Gervasi. El dueño de la casa de Sarratea, quien es investigado por el denominado caso Gabinete en las sombra, había solicitado la protección, tras ser capturado a inicios de setiembre de este año por la policía norteamericana.“Debo informar sobre el caso del señor Alejandro Sánchez Sánchez, de la casa Sarratea. Como saben, se encuentra detenido por ingreso irregular a los Estados Unidos. Se nos ha notificado que las autoridades de ese país le han negado el asilo que había solicitado”, dijo Gervasi, desde los exteriores de Palacio de Gobierno.Agregó que la decisión de las autoridades estadounidenses, de rechazar su solicitud para evitar ser extraditado al Perú, fue apelada por Sánchez Sánchez.“Sin embargo ha apelado y esa apelación será decidida por las autoridades norteamericanas en los próximos días, de manera que esperamos que muy pronto pueda ser deportado al Perú para hacer frente a la justicia”, acotó Gervasi.Sánchez Sánchez fue detenido el pasado viernes 8 de setiembre en Texas, Estados Unidos, por ingresar de forma ilegal a ese país. Las autoridades norteamericanas lo sindicaron de cruzar irregularmente la frontera sur con México, en la localidad de Eagle Pass.Estuvo once meses prófugoEl paradero del empresario, quien fue muy cercano al expresidente Pedro Castillo, era desconocido desde octubre de 2022. Debía presentarse ante la justicia peruana, pero decidió fugar del país. Durante los once meses que estuvo en la clandestinidad, su situación legal se agravó con el Ministerio Público.Alejandro Sánchez fue aprehendido en Texas por autoridades migratorias tras casi 11 meses prófugo. (Vigilante)Trascendió que la captura del dueño de la casa de Sarratea, donde se sospecha el exmandatario Castillo realizó coordinaciones irregulares, no se debió a una orden de captura internacional, pues su defensa habría alegado ante la Interpol que era un perseguido político. Su detención se procedió por su cruce irregular en la frontera.Para el Equipo Especial contra la Corrupción del Poder de la Fiscalía, Sánchez Sánchez sería el ‘financista y coordinador’ de una presunta organización criminal que habría estado liderada por el entonces presidente Pedro Castillo.Según la investigación del Ministerio Público, el dueño de la casa de Sarratea habría efectuado el supuesto copamiento de personas afines en cargos claves dentro de los ministerios y otras entidades estatales, durante la gestión de Castillo. El propósito de esto, de acuerdo a los fiscales, fue que se direccione obras y licitaciones públicas para obtener beneficios económicos.Hasta de conocerse de su captura, el Ministerio del Interior ofrecía 30 mil soles por información que termine con la captura del amigo del expresidente Pedro Castillo.Ganó notoriedad por la casa de SarrateaDurante el tiempo que estuvo prófugo, el Ministerio del Interior ofreció una recompensa de 30 mil soles para la persona o personas que brindará información que termine con la captura del empresario cajamarquino. Este tomó notoriedad, luego que Pedro Castillo ganó las elecciones generales del 2021. Por informes periodísticos, se conoció que el segundo piso de la casa Sarratea, en el distrito de Breña, fue cedido al expresidente para reunirse con allegados y hacer presuntos acuerdos ilegales.Luego que Cuarto Poder reveló un video de Castillo ingresando al inmueble en Breña a altas horas de la noche y con una gorra, como para pasar desapercibido, el empresario afirmó que había perdido total comunicación con el exjefe de Estado, para deslindar responsabilidad.En noviembre de 2022, poco antes de pasar a la clandestinidad, el Cuarto Juzgado de Investigación Preparatoria dispuso 30 meses de prisión preventiva en contra de Sánchez Sánchez. Pero la medida no se pudo ejecutar, porque se encontraba prófugo de la justicia. De ser traído a suelo peruano, el dueño de la casa de Sarratea pasará los controles de ley y el Instituto Nacional Penitenciario (INPE) le asignará un reclusorio, en el que será internado lo más inmediatamente posible.