Chimamanda Ngozi Adichie asegura que es importante que se publiquen libros infantiles en el que “los niños negros hagan cosas corrientes”. (EFE)Escribir un libro infantil no es tan fácil como parece. La novelista feminista nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie lo aprendió de primera mano cuando decidió escribir uno. “Pensé que podía hacerlo en una semana y enviarlo”, explica en una entrevista desde su casa de Maryland. “Me llevó un año y medio”. Tuvo que hacer tres borradores porque los dos primeros fueron rechazados por su hija de 8 años, que los declaró “aburridos”.Adichie, entre cuyos libros figuran Americanah, Medio sol amarillo, Todos deberíamos ser feministas y Sobre el duelo, se dio cuenta enseguida de que tenía que cambiar de enfoque. Lo que su hija quería era algo más breve y contundente. “Necesitaba ir al grano”. Así que Adichie empezó a recortar. El tercer borrador, que contó con la aprobación de su hija, se convirtió en Mama’s Sleeping Scarf (El pañuelo de dormir de mamá), un libro ilustrado compacto que cuenta la historia de una niña llamada Chino que encuentra consuelo en el pañuelo de su madre.Animado con atrevidas ilustraciones de Joelle Avelino, el libro sigue las aventuras de Chino después de quitar el pañuelo de la cabeza de su madre. La niña lo guarda con cariño y lo convierte en un juguete que también le recuerda a su madre, que se ha ido a trabajar. Al final del día que pasa con sus abuelos, Chino acaba llevando el pañuelo. “Te queda muy bien”, comenta su madre cuando regresa. El pañuelo -inspirado en una que Adichie solía llevar- se convierte en el tejido conectivo entre generaciones y, finalmente, en lo acogedor que ayuda a Chino a conciliar el sueño.Adichie, que está planeando otro libro infantil y trabajando en una novela para adultos, dice que espera que su libro muestre “un pequeño trozo de alegría” en un día normal. En una entrevista, Adichie habló de la inspiración del libro, de por qué escribió con seudónimo y de lo que busca en los libros para su hija.”Mama’s Sleeping Scarf”, el libro infantil de Chimamanda Ngozi Adichie.- Éste es su primer libro desde sus memorias de 2021, Sobre el duelo. Cuénteme cómo surgió.- Cuando empecé a escribir libros, la gente me preguntaba a menudo por qué no escribía para niños. Yo decía en broma que mi visión era demasiado oscura, y me encantan los niños, así que no quiero que se me responsabilice de su daño psicológico de ninguna manera. Simplemente sentía que mi visión artística no era necesariamente adecuada para los niños.- Puede que sea cierto, pero su libro infantil es alegre.- Sí. Tengo que decir que me gusta la alegría. Pero creo que es justo decir que, incluso como lectora, me atrae una especie de melancolía. Pero entonces tuve a mi hija y todo cambió. Se produjo la mayor alegría de mi vida. Mi marido y yo empezamos a leerle libros, lo que se convirtió en mi introducción a los libros infantiles de esta generación. Iba a las librerías en busca de una gran variedad de libros, porque queríamos empezar muy pronto a mostrarle el mundo tal como es, a mostrarle la diversidad del mundo. – ¿En qué sentido?- Quería ver más niños negros en los libros, pero sobre todo, quería verlos haciendo cosas corrientes. Recuerdo que alguien le regaló un libro en uno de sus cumpleaños, y trataba de un niño pequeño que se ha convertido en activista, un niño negro. Y yo estaba agradecida por el libro, pero recuerdo que pensé: “Esto no es lo que quiero para mi hija”. No quiero que piense que ser una niña negra tiene que significar crecer para luchar por la justicia. Quiero que quiera galletas y aventuras, que sea un poco traviesa y ese tipo de cosas.[”Todos deberíamos ser feministas” puede comprarse en formato digital en Bajalibros clickeando acá]- ¿Cómo se le ocurrió el argumento del libro?- En realidad surgió porque un día mi hija me quitó el pañuelo de la cabeza. Fue un momento precioso para mí. Empezó a tocarme el pelo, en trenzas. Entonces tenía un año. Cuando era un poco mayor, buscaba mi pañuelo y jugaba con él. Así que empecé a pensar que tal vez esto sería una buena idea para un libro, aunque no empecé a hacer nada concreto alrededor de esa idea. Y entonces murió mi padre y luego mi madre, y eso lo cambió todo para mí. Se hizo más urgente escribir un libro para niños. No sé por qué. Creo que tal vez porque también quería escribir con este nuevo seudónimo que los honraba.- Sí, hábleme de su seudónimo, Nwa Grace-James. ¿Por qué lo eligió?- La razón práctica es que espero escribir más libros para niños, así que quiero que mis libros infantiles tengan vida propia y no se mezclen con mi ficción más oscura. Pero también quería honrar a mis padres: el nombre significa “la hija de Grace James”. Mis padres adoraban a mi hija. Yo adoraba a mis padres. También me pareció encantadora la idea de escribir para mi hija y escribir como una hija. Así que quiero que esto sea un recuerdo para mi hija de cuando sus abuelos estaban aquí.- Antes de que habláramos, volví a su charla TED de 2009 sobre “el peligro de una historia única”, la idea de que cuando “muestras a un pueblo como una cosa, como una sola cosa, una y otra vez, en eso se convierte”. Me pregunto cómo encaja este libro en esa idea.- Bueno, desde luego no conscientemente, pero espero que toda mi obra diga de algún modo algo sobre la importancia de muchas historias. Me gusta que este libro convierta en ordinario algo que es muy específico de las mujeres negras: un pañuelo. Es el tipo de cosa que es tan corriente para tantas mujeres negras. Pero para la gente que no es negra, no es algo corriente porque no saben exactamente lo que es. Y creo que empezamos a conocernos más cuando estas cosas corrientes de nuestras vidas se convierten en corrientes para otras personas, y les resultan familiares.[”Americanah” puede comprarse en formato digital en Bajalibros clickeando acá]- En esa charla también habla de lo impresionables y vulnerables que son nuestros hijos, especialmente a las “historias sueltas”. Y me pregunto si cree que eso hace que los libros infantiles sean en cierto modo más importantes o valiosos que los libros para adultos.- No tienen por qué ser más importante que los libros para adultos, pero sí demuestra lo importantes que son los libros infantiles. Tienen más consecuencias. A mí me afectan los libros incluso ahora que soy adulta. Pero de niños somos tan abiertos y blandos que absorbemos todo lo que leemos. Y no hemos desarrollado la capacidad de ser escépticos y cuestionar. Lo digo por experiencia. Recuerdo que de niña creía, sin pensarlo, que los libros eran cosas en las que los blancos hacían cosas porque en todos los libros que leía había blancos. Hoy es un poco mejor. No mucho, en realidad, para muchos niños africanos, porque sigue siendo mucho más fácil conseguir libros sobre el Reino Unido o Estados Unidos que libros sobre africanos. Pero creo que es importante que un niño se vea a sí mismo en los libros, como también es muy importante que vea a otras personas.- ¿Le preocupa que algunas personas no quieran que sus hijos lean su libro?- Creo que es muy triste esta epidemia de prohibición de libros y esta horrible corriente anti-conocimiento y anti-intelectual que se está dando en ciertos sectores del país. Si hay gente que no quiere leerlo, no pasa nada. Pero a mí me preocupa mucho más la idea de que decidamos que algunos libros no deben leerse porque no se ajustan a nuestra visión del mundo. Sigo pensando que aquí es donde deberíamos decir a esa gente: “A los hechos no les importan tus sentimientos. Así es el mundo”.- ¿Qué espera que se lleven los lectores de su libro?- Espero que sea el tipo de libro que, cuando lo lean, les haga un poco más felices.- Es una pregunta tonta, pero el título de su libro Todos deberíamos ser feministas se convirtió en parte de una canción de Beyoncé. ¿Espera que ella -o cualquier otra persona- retome una línea de El pañuelo de dormir de mamá?- [Risas] No, siento decir que esa no es una de mis ambiciones.- “Mama’s Sleeping Scarf” es una buena línea para una canción.- Creo que sí. Es tan inusual que creo que podría funcionar.Quién es Chimamanda Ngozi Adichie♦ Nació en Nigeria en 1977 y vive en Estados Unidos.♦ Es escritora, novelista y dramaturga feminista.♦ Entre sus libros se cuentan Americanah, Todos deberíamos ser feministas y Medio sol amarillo.Fuente: The Washington Post
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