Emma Reyes era, de acuerdo a uno de sus mejores amigos, ese “tipo de suramericano fabuloso que sorprende imaginando”. Conocida en círculos artísticos como “la madrina de cuanto pintor colombiano llega a París” en el siglo XX, como Fernando Botero o Luis Caballero, Reyes expuso sus lienzos y murales en varias ciudades de Europa. “Siempre ambicioné ser la mejor pintora de América Latina”, dijo en una entrevista publicada en 1999. Reyes falleció poco después, en 2003, a sus 84 años, y la atención que recibió su obra en París, Nueva York, México o Roma, nunca se replicó en su patria. “Para la Colombia oficial yo no he existido nunca”, decía frustrada. Pero ese momento llegó dos décadas después, cuando su historia personal ha cobrado una enorme atracción dentro y fuera de su país. Un libro exitoso a nivel internacional, y una telenovela premiada a nivel nacional, le han dado una segunda vida a un gran melodrama llamado Emma Reyes.Seguir leyendo