Ningún hijo de expresidente ha logrado emular los pasos de su padre (Cuartoscuro)Enrique de la Madrid Cordero, militante del Partido Revolucionario Institucional (PRI), quedó fuera de la cuarta fase del Frente Amplio por México, por lo cual no podrá competir por la candidatura a la Presidencia de la República en los comicios federales del próximo año.Sin embargo, este resultado aumenta “la maldición” o “coincidencia” que han vivido aquellos hijos de expresidentes que han buscado la titularidad del Ejecutivo Federal, pues el país es de los pocos en el mundo que no han tenido padres y descendencia al frente de la administración pública del Estado.En realidad, pocos son los hijos de exmandatarios que han buscado emular los pasos de sus padres; sin embargo, coincidentemente ninguno lo ha logrado, aunque sólo uno de ellos estuvo cerca de conseguirlo, tanto que en el imaginario nacional se recuerda el suceso como un fraude electoral.Cuauhtémoc CárdenasCuauhtémoc Cárdenas buscó la presidencia en tres ocasiones (ENRIQUE ORDÓÑEZ/CUARTOSCURO.COM) (Enrique Ordoñez/)Sin embargo, el caso más recordado es el de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, hijo del exmandatario Lázaro Cárdenas del Río, quien buscó en tres ocasiones la silla presidencial; sin embargo, nunca lo logró, aunque muchos historiadores de la época moderna de México han considerado que en 1988 habría ganado, por lo que apuntan a un posible fraude electoral debido a la famosa “caída del sistema”.Al igual que su padre, Cuauhtémoc inició su carrera política en el PRI; no obstante, abandonó el partido en 1987 debido a que señaló falta de democracia en la elección de los candidatos, por lo que participó en los comicios de un año después con el Frente Democrático Nacional. El triunfo en aquella ocasión se lo llevó Carlos Salinas, mientras que Cárdenas obtuvo el segundo lugar.Seis años más tarde volvió a participar, ahora con el Partido de la Revolución Democrática (PRD), instituto que se fundó tras la desbandada que se dio en el tricolor, misma que demandaba procesos democráticos; sin embargo, en esta ocasión quedó en tercer lugar, aunque mantuvo un apoyo de más de cinco millones de votos.Su última participación fue en los comicios del años 2000, mejor conocidos como el inicio de la alternancia democrática, debido a que, por primera vez desde 1929, el Revolucionario Institucional no obtuvo la victoria, convirtiéndose en presidente Vicente Fox, del Partido Acción Nacional (PAN). En esta ocasión, Cuauhtémoc Cárdenas consiguió más de seis millones de sufragios, quedando en tercer lugar.Porfirio Díaz OrtegaPorfirio Díaz Ortega tuvo una vida activa en la política (Wikipedia)El caso de Porfirio Díaz Ortega, hijo del expresidente Porfirio Díaz, es un caso diferente debido a que él nunca buscó seguir los pasos de su padre, es decir, nunca participó en un proceso para aspirar al cargo, aunque sí desarrolló carrera en la política nacional.Pese a que muchos seguidores del periodo porfirista lo apuntaban como un posible suplente del político oaxaqueño al frente de los intereses del país, en realidad él siempre descartó la idea.Enrique de la MadridEnrique de la Madrid busca ser el primer hijo de un expresidente en ostentar ese mismo cargo (Jesús Abraham Avilés Ortiz/Infobae México)Como se pudo observar, no son muchos los hijos de expresidentes que han aspirado a seguir los pasos de sus padres, situación contraria a lo que pasa en las gubernaturas o presidencias municipales donde el fenómeno sí se ha repetido; no obstante, la historia de Enrique de la Madrid es diferente a la de Cárdenas Solórzano, por ejemplo.El hijo del expresidente Miguel de la Madrid lleva años cercano a la política nacional, desde el ámbito legislativo —como diputado federal—, candidato a una alcaldía en la Ciudad de México, así como secretario de Estado durante el sexenio de Enrique Peña Nieto.Fue por lo anterior que desde 2021 hizo públicas sus intenciones para contender por la Presidencia de la República, por lo que fue uno de los partidarios de la creación del Frente Amplio por México; sin embargo, el martes 15 de agosto se dio a conocer que no pasó a la siguiente fase del proceso, por lo que sus aspiraciones de emular los pasos de su padre no se cumplieron, dejando seis años más la presunta maldición o casualidad que envuelve a las familias expresidenciales.
