escucharescucharLa liquidación de divisas de la agroexportación cerró en marzo pasado en US$1228,6 millones, lo que representó una mejora del 90% versus febrero último pero, en paralelo, el nivel más bajo para marzo desde 2020, cuando ingresaron US$1064,3 millones.El dato fue informado por la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC), de cuyo relevamiento además se desprende que el período enero-marzo, al finalizar con una liquidación de US$2.802.004.415, fue el peor primer trimestre en 16 años. Un número similar no se veía desde 2007. Se trata de una mala noticia para el Gobierno que está necesitado de divisas y se encuentran impulsando un nuevo dólar agro que se daría a conocer pasado mañana.Esta semana, como informó LA NACION a partir de una estimación realizada por Javier Preciado Patiño, exsubsecretario de Mercados Agropecuarios, se preveía esta performance que terminó mostrando el trimestre, básicamente por una menor cosecha de trigo: la recolección de diciembre último arrojó un recorte de casi 50% versus el año pasado. Para la soja y el maíz también se registrarán fuertes mermas en la cosecha. Para el conjunto de los tres cultivos hay un cálculo de que faltarán unos 50 millones de toneladas.POR MENORES EXISTENCIAS EN ESTADOS UNIDOS, EL VALOR DE LA SOJA TERMINÓ LA SEMANA CON UN ALZA DEL 5,4% EN CHICAGOVale recordar que Preciado Patiño señaló que la entrada de divisas del primer trimestre no iba a llegar a los US$3000 millones y representaría una merma interanual del 64%. Si se comparan los US$7.926.081.168 del primer trimestre de 2022 con los US$2.802.004.415 de ahora, una caída de más de US$5124,07 millones, efectivamente se produjo una reducción del 64,6%.En un comunicado, Ciara-CEC apuntó al efecto de la sequía por la baja liquidación: “El ingreso de divisas del mes de marzo es el reflejo de un mercado fuertemente afectado por la extrema sequía que ha reducido drásticamente las producciones, y que ha llevado a los puertos y plantas de molienda a operar con niveles extremadamente altos de capacidad ociosa (los más altos de la historia)”.Desde la cámara explicaron que “la mayor parte del ingreso de divisas en este sector se produce con bastante antelación a la exportación, anticipación que ronda los 30 días en el caso de la exportación de granos y alcanza hasta los 90 días en el caso de la exportación de aceites y harinas proteicas”.ImpactoEn este contexto, en el sector siguen conociéndose informes que ilustran la magnitud del impacto de la sequía. En rigor, ayer la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) precisó sobre la soja: “En términos de producción, los 25 millones de toneladas que se esperan producir en la campaña representan una caída del 40% en relación con la campaña pasada, y la mitad de lo que se produjo en promedio en los últimos 10 años (50 millones de toneladas). Así, la Argentina cerrará su peor campaña productiva en 23 años, ya que hay que remontarse a la campaña 1999/20 para encontrar una producción más baja”.Este año el complejo soja exportaría por US$17.568 millones, 7300 millones menos versus el ciclo pasado. BCREsta entidad prevé una fuerte caída de las exportaciones del complejo soja, por encima de los US$7000 millones. Así lo señaló en su informe: “En 2023, producto de la fuerte caída en la producción que generará una merma en los volúmenes de molienda y en el saldo exportable en la campaña, se espera un severo ajuste en las exportaciones del complejo. En total, según nuestras estimaciones las exportaciones del complejo soja podrían ubicarse en torno a las US$17.568 millones de dólares, lo que significaría una caída del 30% en relación con 2022, rondando los US$7300 millones de dólares”.Por productos, según el informe las exportaciones de poroto bajarían 50%, las de aceite de soja hasta un 40% y las de harina y subproductos un 18%. Las ventas de biodiésel podrían contraerse un 28%.El riesgo de perder un liderazgo históricoPara destacar, hay un fuerte riesgo de que por efecto de la sequía la Argentina ceda el lugar de primer exportador de harina de soja a manos de Brasil. La harina de soja es el principal producto de venta al exterior del país.“La Argentina alcanzó un éxito notable en el desarrollo de su complejo industrial oleaginoso a partir de la década del noventa, evolución que se fue solidificando con el correr de los años y registró notorios saltos en su capacidad de procesamiento en distintas oportunidades al compás de los crecientes requerimientos de la demanda internacional. Así, logró consolidar una posición dominante en los mercados de aceite y harina de soja durante más de 25 años”, dijo el reporte, que categórico añadió: “En el caso de la harina de soja, según estimaciones propias, la Argentina estaría exportando cerca de 20 millones de toneladas en la campaña 2022/23, un 29% del comercio global, ubicándose por debajo de Brasil según nuestras proyecciones por primera vez desde la campaña 1997/98″.Fernando BertelloTemasSequíaComunidad de NegociosActualidadConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de SequíaPor impuestos. En medio de la sequía, el Estado pasó a llevarse casi 80 de cada 100 pesos del productorDe buena fuente. El desplome de los precios de la invernada es otra consecuencia de la sequíaCampaña 2023/24. Un rompecabezas que comienza a armarse tras el golpe de la sequía