Argentina, el campeón del mundo más flexible de la historia y los detalles de la revolución táctica de Lionel Scaloni en Qatar 2022

“No sé si alguna vez jugamos 4-3-3″. La frase de Lionel Scaloni en pleno Mundial apuntó a despistar. Faltaban horas para el partido clave con Países Bajos, por los cuartos de final. El DT había entendido la pregunta y ¡qué mejor hablar de fútbol para los entrenadores en las conferencias de prensa! (al menos es lo que piden, por lo general) pero intentó generar un poco más de confusión y llevar a un terreno global lo que la pregunta del periodista apuntaba a focalizar: “Prefiero no adelantarme. En cuanto al sistema, ustedes ya saben lo que pensamos, no sé si alguna vez jugamos 4-3-3 porque cuando sube un extremo el otro hay que ver dónde está parado. Lo más importante es pensar cómo hacerle daño al rival y contrarrestar que el rival no nos haga daño a nosotros…”En el fondo, la respuesta entregaba una cierta verdad: la Argentina de Scaloni no suele recurrir al 4-3-3; se inclinó más (hasta el arranque de la Copa del Mundo) al 4-4-2 o el 4-1-4-1. Luego apareció en varios pasajes la línea de 3 y la de 5, pero… El 4-3-3 lo usó sólo ante Polonia.Partido por la Final de la Copa del Mundo entre Argentina y Francia (Aníbal Greco/)El primero que entendió la pregunta fue Scaloni. Se sabe, por lo general, que los esquemas tácticos son puntos de partida, que luego los futbolistas se “mueven”, que no son iguales para todos y que pueden sufrir modificaciones. Y más en el fútbol moderno, donde los equipos deben adaptarse a jugar en función de los contextos y situaciones que entrenan en la semana pero que también se pueden dar de imprevisto durante un mismo partido. El hito que generó la selección argentina en Qatar es que fue el campeón del mundo más flexible de la historia. Porque se las arregló para, sin cambiar la esencia de su juego, ofrecer fórmulas camaleónicas que le alteraban los planes al rival y le servían para imponerse con goles y un juego de alto vuelo.Los 9 sistemas tácticos en el MundialScaloni utilizó 9 sistemas tácticos diferentes en Qatar. Si bien es cierto que varios están vinculados y que (como dice el DT) “hay que ver en qué momento le sacan la foto al equipo y dónde está el lateral derecho con respecto al izquierdo”, la radiografía de la selección en función de lo utilizado en cada partido se puede resumir de la siguiente manera:vs. Arabia Saudita (1-2): 4-4-2 / 2-1-3-4vs. México (2-0): 4-4-2 / 5-3-2 / 5-4-1vs. Polonia (2-0): 4-3-3 / 4-4-2 / 3-4-2-1vs. Australia (2-1): 4-1-4-1 / 3-5-2vs. Países Bajos (2-2), 4-2 en los penales: 3-5-2 / 5-4-1 / 3-4-1-2vs. Croacia (3-0): 4-4-2 / 3-5-2vs. Francia (3-3), 4-2 en los penales: 4-1-4-1 / 4-4-2 / 4-1-4-1 / 5-3-2“El fútbol fue camino a que todo el mundo trabaje para el equipo, hoy todos deben atacar y defender”, suele decir Scaloni. Y para que no queden dudas, se puede arrancar por el trabajo defensivo que hizo Messi en la final con Francia. El DT sorprendió con Di María jugando por la izquierda (para atacar mano a mano a Jules Koundé, pero quizás lo que más llamó la atención fue ver a Messi recostado sobre la derecha y Julián Álvarez de centrodelantero. Pero fue la confirmación de la versatilidad que tiene esta selección.¿Por qué? En la Copa América de Brasil y en la mayoría de los 36 partidos invictos, Messi era quien (con sus 34/35 años) solía quedar “suelto” como falso 9 y era Julián Álvarez (o Lautaro Martínez o Joaquín Correa o Ángel Correa o el delantero que juegue como principal referencia ofensiva) el que solía ocupar una banda para hacer el sacrificio defensivo en el retroceso. En la final fue Messi sobre Theo Hernández (lateral izquierdo) y la selección tuvo 70 minutos de fútbol total, atacando con criterio y sin dejar que Francia le patee al arco en todo el primer tiempo.En el 4-1-4-1 de la selección en el último partido alistó con Dibu Martínez; Molina, Cuti Romero, Otamendi y Tagliafico; Enzo Fernández; Messi, De Paul, Mac Allister y Di María; Julián Álvarez. Para eso fue clave cómo entre De Paul y Enzo Fernández se turnaban para hacerle el 2-1 a Mbappé con Molina (sobre la derecha) y por la izquierda sucedía lo mismo con Mac Allister y Tagliafico sobre Dembelé.“El mérito es saber jugar el partido que toca en cada momento”, repite Scaloni de la selección y cuando le preguntaron si este equipo tenía más juego que corazón (o viceversa), el DT respondió: “El fútbol es uno solo, el fútbol es esto: cuando hay que poner, se pone; cuando hay que jugar lindo, se juega lindo; y cuando hay que defender, se defiende. No hay un solo fútbol, es todo: saber defender, saber atacar, saber afrontar lo que te pide cada partido, incluso con jugadores de buen pie que -si se tienen que poner el overol- se lo ponen”.Kylian Mbappe de Francia corre bajo la presión de Enzo Fernández de Argentina durante el partido final de la Copa Mundial de la FIFA Qatar 2022 entre Argentina y Francia en el Estadio Lusail el 18 de diciembre de 2022 en Lusail City, Qatar. (Alex Livesey – Danehouse/)Por eso fue emocionante todo el sacrificio defensivo que hizo Julián Álvarez en toda la Copa del Mundo, pero también Mac Allister y De Paul, o el propio Enzo Fernández, pese a que su mejor versión se ve cuando juega más adelantado, no como volante central definido. La selección, entre otras cuestiones, supo jugar con y sin la pelota. Frente a Arabia Saudita y Francia (en el primer tiempo) llegó a tener una posesión del balón alta (69% y 63%, respectivamente), y ante Polonia alcanzó por momentos el 77% pero ante Croacia -en semifinales- apenas la tuvo un 39%. Y no por eso dejó de ser un equipo ofensivo.Incluso dominando la posesión en gran nivel, le hizo el gol del Mundial a Francia con transiciones rápidas y a pura eficacia y explosión, tras el gran entendimiento entre Mac Allister, Messi, Julián Alvarez, Mac Allister y Di María, que le puso un broche de oro a ese gran ataque.El golazo de Di María a Francia en la final (Thanassis Stavrakis/)Scaloni estuvo obligado a cambiar sobre la marcha. Del equipo ideal que pensaba un mes antes del Mundial debió pegar volantazos. Y ya en el primer partido. Por eso contra Arabia Saudita había arrancado jugando 4-4-2 con Dibu Martínez; Molina, Cuti Romero, Otamendi y Tagliafico; Di María, Paredes, De Paul y Papu Gómez; Messi y Lautaro Martínez.Pero tras esos minutos fatales en la segunda etapa y pasar de ganar a perder 1-2, el DT mutó nombres y pasó al 2-1-3-4 con Dibu Martínez; Otamendi y Lisandro Martínez; Enzo Fernández; Molina, De Paul y Acuña; Di María, Messi, Lautaro Martínez y Julián Álvarez.El gol de Nahuel Molina para la Argentina vs. Países Bajos por los cuartos de final de la copa de mundo Qatar 2022 en el estadio Lusail de Doha

(Aníbal Greco/)La selección camaleónica sabe adaptarse a jugar con distintos sistemas y también parándose en distintos sectores del campo de juego. A veces presionó alto, otras defendió en el bloque bajo, más cerca de Dibu Martínez. Iba mutando en función de las necesidades (los resultados) y también cuando se veía superado por el rival, aunque eso se vio pocas veces durante el Mundial.La línea de 3La línea de 3 apareció en la selección sin necesidad de que Scaloni modifique nombres. Fue ante México, en el segundo partido, y con el líbero menos pensado: Guido Rodríguez, que hasta ese momento estaba como volante central. Contra la selección dirigida por el Tata Martino, lo hizo a los 23 minutos del primer tiempo, con los mismos nombres que habían salido al campo de juego. Y pasó del 4-4-2 al 5-3-2, para soltar más a los laterales/carrileros: Dibu Martínez; Otamendi, Guido Rodríguez y Lisandro Martínez; Montiel, De Paul, Mac Allister y Acuña; Di María y Messi; Lautaro Martínez.En la segunda etapa ante México, ubicó la defensa de tres como la que usó ante Australia cuando ingresó Cuti Romero por Di María, a los 22 minutos del segundo tiempo. Dibu Martínez; Cuti Romero, Otamendi (líbero) y Lisandro Martínez; Molina, De Paul, Enzo Fernández, Mac Allister y Acuña; Messi y Álvarez. La selección ganaba 2-0 y Australia no había generado ninguna chance de gol, pero el entrenador observó algo que le hizo modificar el esquema.Lisandro Martínez ante Australia; el central zurdo fue una apuesta cuando Scaloni decidió recurrir a la línea de 3 (Aníbal Greco/)Tras el triunfo ante México el interrogante era ¿cuántos “titulares intocables” le quedaban a Scaloni? en función de las modificaciones de un partido a otro e incluso durante un mismo partido. No hay que olvidarse que ante Arabia Saudita fueron reemplazados Cuti Romero y Paredes, con el alta médica pero sin ritmo de competencia. Apenas mantenían el estándar Dibu Martínez, Otamendi, De Paul y Di María… Pocos comparados con el “equipo de memoria” que tenía el DT antes de la lesión de Lo Celso. Por eso la lectura de Scaloni de cuándo involucrar a los Mac Allister, los Enzo Fernández, los Julián Álvarez fue muy importante porque lograron asociarse en la estructura con velocidad luz.Scaloni puso tres volantes centrales distintos para cada encuentro en los tres primeros partidos: Paredes (Arabia Saudita), Guido Rodríguez (México) y Enzo Fernández (Polonia). Luego repitió a Enzo Fernández ante Australia, Países Bajos y Francia, mientras que volvió Paredes desde el arranque ante Croacia y así lo “soltó” más ofensivamente a Enzo Fernández, corriéndose De Paul como volante derecho y ubicando a Mac Allister por la izquierda.El salto de Mac Allister, el mediocampista más completo de todos en el Mundial; en el partido por la Final de la Copa del Mundo entre Argentina y Francia (Aníbal Greco/)La línea de 5 fue utilizada para cerrarle espacios al rival más cerca de su arquero y por momentos la sufrió, como ante Países Bajos, cuando se retrasó demasiado y terminó defendiendo 5-4-1. Tras el 2-2, en el alargue, volvió al 3-4-1-2 con el que recuperó el protagonismo y la supremacía. Frente a Francia, hizo un cambio sobre el final (a los 115 minutos): Germán Pezzella por Mac Allister. Incluso terminó defendiendo 5-4-1 frente a México, pese a que la victoria por 2-0 no corría riesgo de modificarse.La versatilidad en la selección también se notó en el reparto de cómo anotó los 15 goles: cinco fueron de jugada colectiva, cuatro de penal, dos de contraataque, dos de pelota parada (uno de ellos con un juego corto, como Enzo Fernández ante México) y uno con un remate desde afuera del área.Indicaciones de Lionel Scaloni antes del tiempo extra de la final ante Francia; los jugadores de la Argentina lo escuchan con atención (Thanassis Stavrakis/)Hubo otro rubro en donde la selección de Scaloni se destacó y fue el juego aéreo defensivo en las pelotas paradas en contra, entiéndase ante cada córner, tiro libre lateral o frontal o laterales enviados en forma de centro por los adversarios. De los 57 que tuvo en contra (pelotas que cayeron aéreas en forma de centro), se impuso de arriba en 42, pasando de largo el balón (sin vencedores ni vencidos) en 4 y perdiendo en sólo 11 de ellos. No recibió goles de cabeza de falta, pero sí uno por la famosa jugada preparada de Países Bajos para el 2-2 sobre el final, la jugada de “pizarrón” de Van Gaal.Es correcto cuando Scaloni intenta relativizar los dibujos tácticos, pero hubo pocas selecciones tan tácticas como la Argentina y se trata de la más versátil de la historia, la más camaleónica por la cantidad de modificaciones de nombres y esquemas realizados incluso durante cada partido. La fortaleza fue el corazón del medio campo, pero se trató de la sala de maquinarias de un equipo completo que jugó para que Messi sea campeón. No para su lucimiento personal, sino para que el 10 levante la Copa. Scaloni repartió roles más allá de los nombres, roles que individualmente no podían decir nada, pero que en su conjunto generaban una explosión de fútbol y actitud para conformar un equipo imbatible. Así se ganó la aceptación de un grupo que, defendiendo con 3, con 4 o con 5, dejó la piel en cada partido. Y que gritó, merecidamente, campeón.

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