Enfoque-en las montañas de perú, el auge de la minería artesanal frustra plan de gigante del cobre

Por Marco Aquino y Marcelo RochabrunTAPAIRIHUA, Perú, 1 dic (Reuters) – En una de las
montañas de Tapairihua en los Andes de Perú, Samuel Retamozo y
otros mineros artesanales están explotando un rico yacimiento de
cobre en tierras de una comunidad indígena, respaldados con
permisos temporales otorgados por el gobierno.Pero hay un problema. La veta se encuentra dentro del
proyecto Los Chancas de Southern Copper Corp., una de
las mayores productoras de cobre del mundo, que también tiene
permiso para hacer minería en la misma zona.Southern Copper, del Grupo México, apunta a
comenzar a producir en Tapairihua en el 2027 después de décadas
de estudios. La mina es crucial para el objetivo del grupo de
producir 1,8 millones de toneladas de cobre al año para 2030.La compañía, con operaciones en Perú y México y que
representó el 5% del suministro mundial de cobre el año pasado,
espera eventualmente producir en Los Chancas unas 130.000
toneladas anuales de cobre.Pero el auge de la minería artesanal del cobre -impulsada
por los altos precios mundiales de los metales y sostenida por
un desordenado sistema de permisos gubernamentales- amenaza
miles de millones en nuevas inversiones por parte de Southern
Copper y otras firmas globales en Perú, según informes internos
de la empresa vistos por Reuters, entrevistas con ejecutivos y
una visita a Tapairihua para conocer a los mineros.La minería artesanal de cobre está generando ingresos
vitales para los peruanos andinos pobres, incluso cuando los
pone en conflicto con las grandes mineras, una nueva tendencia y
no reportada antes en el segundo productor de cobre del mundo.”Normalmente antes se hacía con la plata, el oro, pero ahora
también se está haciendo con el cobre”, dijo Raúl Jacob,
vicepresidente de finanzas de Southern Copper; lamentando lo que
la empresa minera considera un mal manejo por parte del gobierno
de los permisos relacionados a la minería artesanal.En Perú desde el 2020, los permisos de minería artesanal se
han duplicado a más de 80.000, según muestran los registros del
Ministerio de Energía y Minas. Y el cobre es el nuevo foco.Southern Copper no es la única compañía del sector que
enfrenta un conflicto con los mineros artesanales.La cercana mina de cobre Las Bambas, de la china MMG Ltd
, está luchando por desarrollar dos nuevos tajos
abiertos debido a que mineros artesanales se han asentado en sus
terrenos concedidos. La compañía dice que su actual tajo se está
agotando y por eso su plan es clave para sostener producción.”La minería informal está ingresando a tierras concesionadas
a las empresas (mineras) formales y de gran minería, afectando
el desarrollo de proyectos de gran envergadura”, dijo a Reuters
una fuente cercana a MMG.Potencial para disputasSi bien las empresas a menudo llaman a los mineros de
pequeña escala “informales” o “ilegales”, lo que complica el
asunto son dos autorizaciones en disputa: uno otorgado para la
minería artesanal y otro para poseer los derechos mineros en un
área determinada. Las empresas del sector son propietarias de
estas últimas, conocidas como concesiones mineras.Pero desde 2012, Perú ha estado otorgando permisos de
minería artesanal en tierras que se superponen con concesiones,
lo que brinda a los pequeños mineros cierta protección legal,
constató Reuters luego de verificar las geolocalizaciones de los
permisos y revisar un documento interno en el que el Ministerio
de Energía y Minas de Perú hizo lo mismo.Es posible que las disputas entre las empresas mineras y los
mineros artesanales aumenten con el tiempo en Perú.La gestión del presidente izquierdista Pedro Castillo
presentó la semana pasada un nuevo marco para la pequeña minería
que declaró que la minería artesanal es “una actividad tan
importante como la Gran y Mediana minería”.Southern Copper ha pedido al gobierno que revoque todos los
permisos de minería artesanal en su concesión. Casi la mitad ya
se ha cancelado, lo que ha causado resentimiento en Tapairihua.”Nos vamos a defender, al final del día estamos en casa, y
de casa no hay a dónde ir”, dijo Retamozo, ingeniero de minas y
presidente de la Asociación Mineros Artesanales de Tapairihua.Los permisos artesanales existen desde 2012, cuando se
inicia un proceso para inscribir a los mineros artesanales y
luego en 2017 se abre el Registro Integral de Formalización
Minera, conocido como REINFO que existe hasta la actualidad.Durante los primeros años de permisos temporales, los
precios más bajos del cobre no eran atractivos para los mineros
de pequeña escala. Pero el cobre ha subido más del 60% desde
2020 debido a la demanda de vehículos eléctricos.Mineros como Retamozo, trabajan con permisos REINFO.El auge de la minería artesanal del cobre está obligando al
gobierno a revisar su sistema de permisos artesanales, un
mecanismo que pretendía ser un puente temporal hacia la
formalización y destinado principalmente a los mineros de oro.”Nuestro país es un país minero, pero no hemos tenido hasta
ahora un marco minero que dé una visión de largo plazo sobre la
pequeña minería”, dijo a Reuters Alberto Rojas, jefe de la
Dirección General de Formalización Minera en el gobierno.Sin embargo, Rojas sugirió que los mineros artesanales
perderían en una disputa contra las empresas que ya tienen
concesiones mineras.”Donde existan autorizaciones no pueden haber mineros (con
REINFO)”, manifestó Rojas. “No podemos desautorizar las
concesiones que ya se han otorgado”.Excavadoras, camionesEn un día reciente en Tapairihua, Reuters visitó las
operaciones mineras artesanales, donde sobre una montaña se
erigen docenas de casuchas de madera cubiertas de plástico azul;
y en las empinadas laderas rocosas del cerro varios túneles son
sostenidos con vigas de madera que llevan a diferentes
socavones.En los Andes de Perú, muchos se sienten con derecho sobre el
cobre bajo sus tierras, ya que la minería se remonta a los incas
y otras culturas que existían antes de la colonización española.
Los cerros de Tapairihua miran hacia el río Antabamba, que
significa “llanura de cobre” en el idioma quechua andino.Muchos de los trabajadores en la montaña son agricultores
locales de subsistencia, que ahora se dedican a la minería en
busca de más ingresos. Muchos se negaron a ser identificados
porque Southern Copper los demandó por sus actividades mineras.Para extraer el mineral utilizan dinamita y luego sacan la
roca fragmentada en carretillas y sacos. Los mineros ganan 80
soles ($20,61) por día, extrayendo material para llenar un
puñado de camiones a la semana, que generalmente tiene alrededor
de un 5% de cobre, aunque ese nivel puede aumentar hasta un 18%.Gherson Quintanilla, un trabajador artesanal de la zona que
llegó a Tapairihua a inicios de este año con una experiencia en
pequeña minería de oro, afirmó que fue atraído porque escuchó
que el cobre era abundante y que la experiencia era baja.”Mi objetivo es sacar hasta dos camiones de tierra (con
mineral) al día”, señaló a Reuters.Pero la minería artesanal del cobre no siempre es tan
pequeña.Una presentación interna de Las Bambas vista por Reuters
estimó que mineros informales estaban sacando 1.950 toneladas de
roca por día, casi el doble de la extracción de roca hace un
año. El informe dijo que estos mineros estaban usando maquinaria
pesada y excavadoras, así como herramientas neumáticas.La compañía estimó que el gobierno ha emitido 700 permisos
de minería artesanal que se superponen con la concesión de Las
Bambas.”gasolina al fuego”Pero eliminar a esos mineros no es sencillo. Si bien Las
Bambas y Southern Copper tienen derechos mineros -lo que les
otorga acceso al mineral subterráneo- en la mayoría de los casos
aún tienen que comprar los derechos de propiedad del terreno
superficial o llegar a un acuerdo con pobladores de la zona.Eso limita sus opciones porque no pueden presentar un
reclamo de desalojo en tierras que no son de su propiedad.La fuente cercana a Las Bambas dijo que MMG reconoció esta
dificultad y anticipó que la empresa tendría que compensar a los
mineros artesanales por el “desplazamiento económico” que
implica conseguir que abandonen el área.Las Bambas también tiene que comprar la propiedad
superficial de esa zona, que es necesaria para su tercer tajo,
cuya apertura está prevista para el 2027, si no hay demoras.En el lugar de su segundo tajo, que se suponía que abriría
este año, Las Bambas ha presentado demandas de desalojo porque
ya posee esa parcela de tierra en particular. La compañía estima
casi una docena de sitios que se explotan en el área. Reuters no
pudo determinar la cantidad de mineros artesanales que trabajan
en la zona.En mayo, Southern Copper demandó a Retamozo y a otros
mineros artesanales de Tapairihua, alegando que sus permisos
temporales no cumplían con los requisitos.Semanas después, un incendio destruyó la sede local del
proyecto Los Chancas de Southern Copper, que está formada por
tiendas de campaña, y ubicada a solo unos minutos cuesta abajo
de donde operan los mineros a pequeña escala. Los autos quemados
aún permanecen allí como testigos del atentado.Nadie resultó herido en el incendio y no se han realizado
arrestos. Las autoridades peruanas dicen que el asunto sigue
bajo investigación.Los mineros artesanales se han distanciado del incendio
provocado, aunque Retamozo reconoció que las demandas han
enojado a sus compañeros y que algunos miembros individuales
pueden haber actuado por “resentimiento”.El número de permisos de minería artesanal válidos en
Tapairihua ha caído de 100 a 32 desde mayo, según registros
gubernamentales. Un documento interno del Ministerio de Minería
visto por Reuters muestra que el proceso está en marcha para
revocar los permisos restantes.Retamozo advirtió sobre lo que sucedería si se cancelaran.
“Eliminarlas es echar gasolina al fuego”, dijo.”tal vez negociar”Una fuente gubernamental, involucrada en el tratamiento de
las disputas que afectan a Southern Copper y Las Bambas, dijo
que el impacto económico por la pandemia del coronavirus, una
lejana guerra en Ucrania y una dolorosa inflación también han
empujado a más personas a la minería artesanal.”La necesidad económica está empujando a los miembros de la
comunidad a abandonar la agricultura y convertirse en mineros”,
manifestó la fuente.En Los Chancas, los mineros a pequeña escala esperan que
Southern Copper eventualmente se siente a conversar con ellos.”Estoy esperando a que vengan a hablar conmigo”, refirió el
pequeño minero Quintanilla, y sugirió que la firma otorgue a las
mineras un período de gracia de cinco a diez años para continuar
con las actividades de extracción de minerales antes de irse
definitivamente. “Tal vez podamos negociar”, dijo.Asimismo vecinos de Tapairihua, que reclaman también la
propiedad de terrenos de la zona, dicen que están dispuestas a
sentarse a conversar con Southern Copper. “Nunca hemos estado en
contra de la minería, pero queremos un acuerdo bueno”, dijo el
dirigente de la comunidad de Tiaparo, Wilbert Ricaldez.La minería es vital para la economía de Perú porque es
responsable del 60% del total de las exportaciones del país.En tanto, al pie de la montaña de cobre ya están surgiendo
algunos negocios. Su pequeño pueblo resalta por su escasa
infraestructura y servicios básicos, pero esto no desanimó a
Ruth Garamendi, que abrió hace tres meses un restaurante.”Mi plan es comprarme un terreno y quizá por si acaso me
case aquí”, dijo la mujer soltera de 45 años que afirma que
llegó este año desde Lima “para probar suerte” en Tapairihua.(1 dólar = 3.8811 soles)(Reporte de Marco Aquino y Marcelo Rochabrun, editado por Adam
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