escucharescucharNi el peso, ni el dólar, ni el bitcoin, ni siquiera la soja: la mejor inversión del momento para un argentino es comprar un auto usado. Pasa solo acá y es una consecuencia de la inflación, el contexto global y la escasez de vehículos. Alguien que, por ejemplo, adquirió en marzo de 2020 una camioneta Toyota Hilux turbo diésel modelo 2018, la usó en el transcurso de estos dos años y medio y la vende ahora, incluso con más del doble de antigüedad que entonces, habrá ganado un 49% en dólares al blue y 115,3% al oficial. Negocio redondo, como la antigua publicidad de Volkswagen.Es lo que pasa con los mercados cerrados y expuestos a restricciones. El mundo no ayuda, pero la Argentina está virando en algunos ámbitos de extraña a insólita. Y, en el caso de los automóviles, como si acá no existiera la depreciación natural del bien. En todo el tiempo que pasó desde marzo de 2020 hasta hoy, esa Hilux subió nominalmente en pesos 415%, muy por arriba de la inflación, lo que supone para el dueño una ganancia de 61% en términos reales incluso superior a la que habría obtenido refugiándose en el dólar blue. Según datos de la Cámara del Comercio Automotor, un usado aumentó desde entonces 397% en promedio nominal, lo que representa un alza de 56% en términos reales.El Fiat Cronos fue el 0 km más vendido en septiembreEs algo que en los hechos revierte una tendencia obvia y clásica de este sector: lo normal era que, una vez que pisara la calle, un 0 km perdiera alrededor de 20% de su valor por el IVA y otro 10% por año como consecuencia del uso. Pero primero la cuarentena, que le restó al mercado local 400.000 vehículos de segunda mano, y las restricciones a las importaciones después, ajustaron la oferta hasta el punto de que casi no hay entregas inmediatas: un comprador puede hoy tener que esperar hasta 6 meses para recibir su propio automóvil. “Si no se venden 0 Km, es difícil que alguien largue un usado”, concluyeron a LA NACION en la Cámara del Comercio Automotor.La situación no solo ha equiparado los precios de lo nuevo y lo de segunda mano, algo de por sí infrecuente en cualquier rubro, sino que, en muchos casos, hasta consiguió invertir los términos: desde el punto de vista económico, a quien haya comprado ahora un 0 km y consiguió que se lo entreguen puede convenirle ponerlo a la venta 20 minutos después, incluso como usado. Nueva, la misma Hilux subió desde marzo de 2020 hasta hoy 342%, algo menos que su melliza del mercado de segunda mano, pero 38% en términos reales si se le resta la inflación. Los precios de los vehículos nuevos también aumentaron, pero no tanto: 288% en promedio en pesos, un 22% a valores reales, y 13% en dólares.La madre de esta cadena de excentricidades es la inflación. El principal problema de la Argentina. Por eso Esteban Domecq, economista de la consultora Invecq, no se olvida de contrastarlo con los ingresos. “En términos reales, los autos 0 km aumentaron en los dos años 22%, y los usados, 56%. Esto implica que en términos de precios relativos de todos los bienes, los autos subieron muy por encima del resto. Y si a esto le agregamos que los salarios no crecieron en términos reales, se explica por qué los autos se volvieron inalcanzables para los asalariados”, dice.Entre los fabricantes lo atribuyen también a la falta de dólares. Como no tienen acceso total a las divisas, las terminales muchas veces prefieren usar el cupo de dólares oficiales reservado para la importación de vehículos terminados a la obtención de piezas para producir. Es un panorama que, por ejemplo, las autopartistas conocen bien. “Hoy, un auto es mucho más escaso que antes, y lo que más escasea vale más -describe Juan Cantarella, gerente de la Asociación de Fábricas de Autocomponentes-. Por un lado, porque subieron los costos. Hubo inflación en dólares de componentes en el mundo, principalmente por la falta de semiconductores, y el valor de los fletes se fue a las nubes. Y a eso hay que agregarle las restricciones en la Argentina”.Peugeot 208, en el podio de los autos más vendidos del país¿Una nueva oportunidad para especuladores? Adrián Mercado, martillero con años de experiencia en subastas, dice que sí, pero que no son tantos los inversores que se vuelcan a esta operatoria. “Es cierto que se equipararon mucho los valores. Está mucho más cerca que otras veces un usado de un 0 km y, si alguien quisiera especular, ganaría un 10 o un 15%. Pero la realidad es que la gente necesita el auto, así que tampoco es que se especula tanto”, dice, y agrega que la mayor escasez se registra en camiones y pickups. Domecq apunta además el absurdo de que uno de segunda mano termine resultando más atractivo que uno nuevo. “Los usados aumentaron en promedio 44% en dólares billete durante el período analizado, lo cual refleja que, incluso teniendo en cuenta la depreciación del auto por el paso del tiempo, tuvieron una revalorización en dólares: terminó resultando una excelente inversión comprar un auto”, concluye, y recuerda que en los 0 km el valor se alineó con la evolución de los dólares financieros.Estas distorsiones son inherentes al sector, independientemente del modelo o marca. Quien haya comprado, por ejemplo, un Renault Nuevo Sandero Expresión justo antes de la cuarentena, en esa misma fecha de 2020, y también modelo 2018, habrá pagado 485.000 pesos, es decir, 7373 dólares al valor oficial o 5808 al blue. Ese mismo auto cuesta este mes, con depreciación incluida, 2.246.000 de pesos (14.306 dólares oficiales o 7799 blue), un 363% más a valores nominales. Por lo tanto, con la operación, el usuario gana en términos reales 45% en pesos o 34% en dólares. Con un Hyundai Grand I la operación habría sido incluso más atractiva. Alguien que compró ese auto con dos años de antigüedad en marzo de 2020 pagó 604.000 pesos, algo así como 9186 dólares oficiales o 7243 blue. Hoy cuesta 3.743.000 pesos, 23.841 dólares al oficial o 12.997 al blue. Resultado: ganó 94% en pesos en términos reales (520% nominal) u 80% en dólares. Negocio inobjetable.Francisco OliveraTemasComunidad de NegociosConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de Comunidad de NegociosDato oficial. Una familia necesitó $128.214 para no ser pobre en septiembreOpinión. El lomero, un actor que “empezará a quedar en el pasado” con un cambio para la carnePolémica subasta de monedas. 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