La titular del INADI Victoria Donda se refirió al video que circuló en redes sociales donde un hombre la escrachó en un bar que supuestamente se ubicaba en Londres, marcando una aparente contradicción con el discurso nacional y popular de la funcionaria: “Salí de una reunión de trabajo con una compañera y teníamos otra reunión en la oficina del INADI, a unas cuadras de London, que es un café de Buenos Aires, no de Londres”.
“Pasó un señor con una gorra visera con una bandera de los estados confederados del sur de EE.UU. y una remera con una esvástica y un águila. El señor se presenta en sus redes como un nacionalista y su foto de perfil tiene un arma larga”, detalló Donda en diálogo con No Dejes Para Mañana, por Radio Con Vos. La aclaración tuvo lugar porque muchas personas creyeron ciegamente en las palabras del polémico individuo, que indicaba que la titular del INADI se había ido de viaje a Londres.
En este sentido, Donda aseguró que lo que vivió no fue un escrache, si no una “agresión movilizada por el discurso de odio”. “No me mencionó el episodio de la empleada doméstica: me gritaba ‘zurda’, ‘judía’, ‘peronista’. Eso tiene que ver con los discursos de odio instalados por una parte de la política y reproducidos por una parte de los medios de comunicación”, aseguró.
Pasó un señor con una gorra visera con una bandera de los estados confederados del sur de EE.UU. y una remera con una esvástica y un águila
“Fue una agresión, porque yo asocio los escraches a ese momento de la historia argentina donde era señalar donde vivía un genocida que no podíamos llevar a la Justicia. Cuando pudimos hacerlo, dejamos de hacer escraches. Para mi el escrache no es algo negativo, pero esto es una agresión”, aclaró.
En esta línea, afirmó que “los discursos de odio generan violencia”, y ejemplificó con el caso del hijo de Valeria Mazza, quien fue atacado brutalmente por cheto: “Es una muestra de que los discursos de odio permean en la sociedad, y pueden llevar a actos de violencia”. De esta manera, quiso diferenciar los “discursos de odio” del enojo que la población pueda tener de manera genuina con la clase política.
“El enojo de la sociedad con la dirigencia política es porque no terminamos de resolver los problemas que tienen. Trabajamos para resolverlo, estamos gobernando, y hay una parte de la gente que está enojada, y yo a esa gente la entiendo. Hay un montón de excusas para decirles por que no pudimos: pandemia, endeudamiento. Son todas cosas que son ciertas, pero entiendo que esté enojados, y está bien”.
El descrédito de la política es en parte por mérito propio, pero también por los discursos que lo que esconden hablando mal de la política, es que están en contra del Estado porque no quieren que haya un Estado fuerte para defender a los que lo necesitan.
Donda luego afirmó que hay un descrédito de la política, el cual reconoció que es, en parte, por “mérito propio”, pero que “hay otra parte que es generado por los discursos que lo que esconden hablando mal de la política, es que están en contra del Estado porque no quieren que haya un Estado fuerte para defender a los que lo necesitan. Y todos necesitamos ser defendidos, toda la sociedad lo necesita”
En esa línea, recordó que ella misma fue acusada de distintas cosas que asegura que son todas falsas: “Me acusaron de drogadicta, de ser amante de una gran cantidad de políticos, de defender violadores, de que el padre de mi hija era pedófilo y que la dejaba con él, de tener una trabajadora no registrada, de irme a Ginebra con plata del Estado, me gritaron trola”.
El caso de la empleada doméstica
A partir de esto, también habló sobre el caso de la trabajadora que la denunció por tenerla supuestamente en negro: “Lo que se estaba denunciando era mentira. No hay ni una causa penal. El reclamo que podía tener no era conmigo, sino con la persona que me crió. Pero fue usada políticamente para perjudicarme a mi y al gobierno del que formo parte”.
Las supuestas irregularidades no solo no se demostraron, si no que demostré que ella estaba registrada. Eso no sale en ningún lado
En este sentido, explayó: “La mujer trabajaba para apropiador y tenia otras ideas políticas. Después trabajó conmigo poco tiempo porque respetaba esa historia familiar. Las supuestas irregularidades no solo no se demostraron, si no que demostré que ella estaba registrada. Eso no sale en ningún lado”.
Luego confesó que por el revuelo que se generó con ese caso pensó en renunciar “por estar harta, por no exponer a mi hija. A mi mamá para callarla la tuvieron que tirar de un avión, y ahora las reglas cambiaron. Hoy no te matan, pero te quieren matar con titulares de diario mentirosos o con ejércitos de Twitter que te quieren destruir moralmente. Me tienen que inventar cosas porque soy una política que cree que hay que transformar la realidad”.
La entrada Victoria Donda sobre el escrache en “Londres”: “Era London… un café de Buenos Aires” se publicó primero en Diario Con Vos.
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