Del Himalaya a Marte: un astronauta civil argentino podría ser la primera persona con discapacidad en viajar al espacio

Lo difícil se hace, lo imposible se intenta. Ese es el leitmotiv de Jean Maggi, un cordobés de 58 años que vive para hacer realidad sus sueños. Al poco tiempo de nacer fue vacunado contra la poliomielitis y le tocó ser el caso uno de cada dos millones en el que el inoculante no generó la inmunidad sino que le causó la enfermedad.La afección le dejó paralizadas sus piernas. Por si fuera poco, a los 37 años sufrió dos infartos, aunque, sin embargo ninguno de estos trágicos sucesos le impidieron cumplir sus metas: Jean llegó a la cima del Himalaya -la cordillera más alta de la Tierra- recorrió el mundo, corrió maratones en Nueva York, Roma y Madrid y cruzó a caballo nada más y nada menos que la Cordillera de Los Andes, de la mano de su bicicleta adaptada. No solo eso sino que también formó parte de una superproducción que cuenta su vida en Netflix y es protagonista de su documental El límite infinito, que es furor en todo el mundo.El cordobés Jean Maggi en el centro de entrenamiento espacial NASTARInsaciable, se acaba de convertir en astronauta civil y desde Filadelfia, Estados Unidos, Jean terminó un duro entrenamiento de nada menos que la NASA, para ser pasajero de una de las naves que llevará a personas comunes y corrientes al espacio. Según adelantó a este medio, se encuentra en conversaciones con Space X y Virgin Galactic. Infobae lo entrevistó vía Zoom recién llegado a Miami antes de regresar a la Argentina para conocer más de este flamante desafío al cual se embarcó.El NASTAR Center es la primera instalación de seguridad aprobada por la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos (FAA por sus siglas en inglés) capaz de cumplir con los requisitos de capacitación para vuelos espaciales tripulados comerciales, tanto suborbitales como orbitales. Es reconocido como el líder en el desarrollo y la entrega de capacitación para la industria espacial comercial y está en una posición única para permitir que la investigación mejore la salud y la seguridad de los seres humanos en entornos extremos. “Con conocimiento integral, desarrollo de habilidades personales y exposiciones de vuelos espaciales simulados este entrenamiento me pone cada vez mas cerca del espacio”, adelantó a este medio.—¿De qué se trata el curso del que te acabás de graduar?—Estoy recién llegado a Miami, vengo de Filadelfia, en donde acabo de completar un entrenamiento en NASTAR Center, el único centro autorizado por la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos (FAA por sus siglas en inglés), organismo que regula la parte aeroespacial dentro de Estados Unidos. Este curso que hice es para poder participar de un vuelo suborbital al espacio. Ellos hacen todo el entrenamiento y fundamentalmente lo que queríamos ver era si mi cuerpo toleraba las fuerzas G. Para poder hacer un vuelo orbital es necesario que tu cuerpo soporte la fuerza GX que es la que viene de frente y GZ que es la que viene de arriba. X 6 y Z 3. ¿Qué significa esto? Tu peso multiplicado por ese valor. Como yo tengo una discapacidad motriz y baja masa muscular en la parte de abajo, zona media, y para contrarrestar estas fuerzas G, hay ciertas maniobras que tenés que hacer con el cuerpo, entre ellas una forma de respirar y la otra es traccionar toda la sangre, contraer la parte de abajo para no desmayarse. Es lo que estuve entrenando esos dos días y completando el curso que me habilita para hacer un vuelo suborbital.—¿Qué significa ser un astronauta civil?—En realidad es estar apto para hacer este vuelo. En el centro se simula todo el recorrido, con simuladores de alta tecnología. Solo 400 personas en todo el mundo han terminado este curso. No voy a manejar ninguna nave, sino que sería pasajero. Estoy muy entusiasmado con esto de que en algún momento pueda ser la primera persona con discapacidad en poder conquistar el espacio. El día que yo volaba para Filadelfia, el 7 de abril, fue el día en el que Yuri Gagarin en el 1961 orbitó por primera vez la Tierra. Estoy muy contento, es una experiencia durísima, me tuve que exponer físicamente a algo bastante bravo, pero muy feliz de haberlo logrado.—¿Cómo surgió este nuevo sueño de viajar al espacio?—Pareciese ser que como llegué al Himalaya ahora quiero ir un poco más alto, pero la verdad es que el sueño espacial es mucho más viejo que lo del Himalaya. Yo tengo 58 y cuando tenía 7 años, Amstrong pisaba por primera vez la luna y creo que no hay ningún chico de aquella época que no haya querido ser astronauta de grande. Yo casi ignorando mi discapacidad cuando me preguntaban qué querés ser cuando seas grande contestaba astronauta, lo mismo que todos los chicos. Después, hace 8 años empezaron 3 compañías privadas empezaron a pensar en llevar a civiles al espacio. Ahí fue cuando me entusiasmé muchísimo con esto. Mandé cientos de correos sin respuesta, hasta que salio el documental en Netflix, y se los mande y allí dos de esas empresas se interesaron para que yo volara con ellos. Es lo que estoy haciendo ahora, convirtiendo aquel sueño en un plan.El mes pasado estuve recorriendo las instalaciones de Space X, nos invitaron con la gente de la fundación, ya que hace un año abrimos la Jean Maggi Fundation acá en los Estados Unidos, estuvimos recorriendo y estoy en conversaciones con dos de ellas.Solo 400 personas en todo el mundo terminaron el curso de astronauta civil —¿Podría ser inminente tu viaje al espacio?—La realidad es que todavía ninguna de las compañías ha todavía logrado hacer el vuelo civil, pero están muy avanzadas ambas. Todo lo que estoy haciendo es en concordancia con ellos para ya poder subirme a la nave. Hablar de tiempos es un poco difícil porque ellos todavía tienen que superar etapas técnicas. En el momento que eso suceda sucederá para mí también.—¿Llegaste a tener contacto con Elon Musk?— No. Le dejé una carta a él, a su secretaria, porque la verdad me parece increíble esto de animarse, más allá de todos sus logros y ser el más rico del mundo, admiro eso que tiene de pensar distinto. Un poco me pasó a mí cuando recorrí las instalaciones del NASTAR Center, que ha sido increíble estar ahí. En ese simulador estuvo Buzz Aldrin, el segundo hombre en pisar la Luna. Uno de los 400 es Buzz Aldrin, otro fui yo. Me parece súper increíble estar todos acá y fue porque me animé a pensar un poco distinto.Jean en la cima del Himalaya—¿Cómo fueron los dos días del curso?—Normalmente el NASTAR Center da cursos para un grupo de personas. En este caso particular el centro estaba cerrado solamente para mí, justamente porque estaba aprendiendo y también estaban aprendiendo ellos, a exponer a una persona con discapacidad a estas cosas. El primer día durante la mañana me dieron toda la charla teórica. Durante la tarde hice 6 vuelos con las fuerzas G separadas, primero sintiendo la X y luego la Z. Al otro día, completamos la parte teórica, y a la tarde hice los cuatro vuelos simulados tal cual como sería el vuelo suborbital. La dificultad que tiene es que en algún momento sentís las dos fuerzas a la vez. Los primeros dos vuelos fueron al 50% de la velocidad y los segundos últimos vuelos fueron al 100% de la velocidad.La sensación de estar en una cápsula y que la voz que la que guía diga ‘bienvenido astronauta a la Tierra’ fue maravillosa y muy emocionante. Fue como estar en las puertas del espacio.—¿Qué repercusiones tuvo del documental en Netflix El Límite Infinito?—El documental ha sido increíble, ha tenido muy buena repercusión no solo en la Argentina sino en el mundo. Está en 175 países, 45 idiomas. No me canso de recibir mensajes de todos lados y creo que haya sacado a tanta gente de la zona de confort es lo más poderoso que tiene, más allá de que me catapultó a mí, es muy importante que muchas personas que han visto el documental se han animado a hacer cosas y creo que este proyecto del espacio es un poco lo mismo, más allá de la satisfacción propia, de poder estar en este programa, cambia conceptos de las discapacidades, que las personas logran mirar a una persona con discapacidad como una persona, y no como a alguien que está excluido de la sociedad, o que está en inferioridad de condiciones. Estamos en distintas condiciones, las cartas que nos tocaron son distintas, y de hecho el día que yo terminaba el curso la Real Academia Española cambiaba la definición de persona con discapacidad. Antes decía que era incapacitada y ahora dice persona con discapacidad que se le dificulta hacer las cosas.Edición videos: Emanuel GómezSEGUIR LEYENDO:Es cordobés, superó la polio, llegó a la cima del Himalaya en bicicleta adaptada y su historia es furor en NetflixPudo pararse por primera vez a los 50 años, se convirtió en deportista extremo y ahora regala bicicletas adaptadasPadece poliomielitis desde que tenía un año y un infarto le cambió la vida: el nuevo desafío de Jean Maggi, el luchador sin límites

Fuente